Tegucigalpa – La muerte violenta de mujeres, que deja como saldo una víctima cada 21 horas en el país, en lo que va del 2023 -casi 400-, se ha convertido en una epidemia, advirtió la gerente de defensorías del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, María José Gálvez.

Entre enero y noviembre del presente año, alrededor de 375 mujeres perdieron la vida violentamente ante la indiferencia de las autoridades hondureñas y de un Estado que no cumple con su deber de proteger eficazmente la vida de las víctimas y garantizar su seguridad, indicó la funcionaria.

Agregó que la violencia contra las mujeres, en el  país, es algo  sistemático y se ha convertido en otra  pandemia.

“Nosotros hablamos del COVID, que llegó en el 2020, pero no nos estábamos dando cuenta que en el país ya estábamos viviendo una pandemia  que es la violencia contra las mujeres” reiteró.

Detalló que, en Honduras,  una mujer muere de manera violenta cada 21 horas, lo cual no es ningún dato halagador para el país.

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Un grupo de mujeres organizadas protestan este lunes frente al Centro Cívico Gubernamental (CCG) ante el alarmante incremento de femicidios en Honduras.

Déficit de casas refugio es del 97 % a nivel nacional

Gálvez cuestionó que, actualmente, Honduras solo cuenta con ocho refugios para víctimas de violencia doméstica y maltrato  intrafamiliar y que, la Ley  establece que,  el país, debería de contar con 298 Casas Refugio, es decir, por lo menos una en cada uno de los municipios.

Las pocas Casas Refugio en funcionamiento, en el país, están bajo la tutela de organizaciones de la sociedad civil  que han adoptado esa responsabilidad ante la indiferencia y la irresponsabilidad  del Estado que no brinda ni la atención oportuna ni las medidas de seguridad  a las víctimas de violencia.

La gerente de defensorías del Conadeh, indicó que desde el 2002 a noviembre del 2023 cerca de 8,100 mujeres perdieron la vida violentamente.

Una de las preocupaciones del Conadeh es el alto grado de impunidad que estaría alcanzando el 95 % de los casos.

El Estado hondureño tiene una deuda pendiente con los familiares de las víctimas ya que se le niega el derecho de conocer la verdad, expresó.

En lo que va del 2023, la muerte violenta de mujeres se  intensificó y las formas de violencia utilizadas en contra de ellas muestran un ensañamiento hacia sus cuerpos. El arma más utilizada por los agresores contra las mujeres son las armas de fuego.

Las mujeres no cesan sus protestas para clamar por un fin a la violencia que las mata.

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Debe haber compromiso de todo el gabinete

La Coordinadora Residente de la ONU en Honduras, Alice H. Shackelford dijo este fin de semana que el compromiso para la eliminación de la violencia hacia las mujeres debe ser asumido por la sociedad en su conjunto, pero también por todo el gabinete de gobierno.

“El compromiso de la eliminación de la violencia hacia las mujeres y niñas no es un compromiso solo de las mujeres, tiene que ser un compromiso del gabinete entero de gobierno liderado por la presidenta misma”, manifestó

Reconoció que la actual gestión gubernamental elevó el Instituto de la Mujer a una secretaría de gobierno, aunque se deben dotar los recursos necesarios para su funcionamiento.

El 2023 ha sido sumamente violento para las mujeres hondureñas.

Shackelford acentuó que hacen falta más fiscalías de la mujer en el interior del país, donde muchas afectadas quieren denunciar pero no lo hacen porque no existen estas oficinas en sus municipios.

Cuestionó que la violencia contra mujeres y niñas se sigue normalizando en Honduras, a través de una galopante impunidad que se sitúa en un 99 %.

Propuso que se fortalezca con recursos el Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia.