Washington – Estados Unidos redujo en una décima, hasta el 1.2 %, su cálculo de crecimiento durante el tercer trimestre del año, según los datos publicados este jueves por la Oficina de Estadísticas Económicas (BEA, en inglés).
El ritmo anual de crecimiento que se calcula en esta tercera y definitiva estimación del producto interior bruto (PIB) fue del 4.9 %, tres décimas por debajo de la anterior estimación. Cifras que en cualquier caso muestran un buen ritmo en el crecimiento de la primera economía del mundo.
Y es que el crecimiento, si se compara con el segundo trimestre -en que fue del 0,5 % intertrimestral y a un ritmo anual del 2.1 %- ha registrado una importante aceleración y encara el final del año con previsiones mucho más optimistas.
Según la BEA, el crecimiento del tercer trimestre vino empujado por el aumento en todos los componentes del PIB, sobre todo por el del consumo privado, pero también por la inversión privada y por la mejora de las exportaciones. Las importaciones también subieron.
Lo que ha quedado claro es que la política restrictiva de la Reserva Federal (Fed) no ha enfriado la economía estadounidense como se preveía, pero sí ha logrado ralentizar la inflación.
El último cálculo del PIB se conoce días después de que la Reserva Federal decidiese mantener los tipos de interés en su horquilla actual del 5.25 % al 5.5 %.
Y se conocen también en un momento en el que la inflación se encuentra en el 3.1 % -según el dato de noviembre- con lo que sigue ralentizándose.
En la última reunión de la Fed, su presidente, Jerome Powell, sugirió con cautela que los tipos pueden haber llegado al máximo, aunque advirtió de que todo dependerá de la evolución económica del país.
La tasa de desempleo en Estados Unidos bajó dos décimas en noviembre con respecto a octubre y se situó en el 3.7 %, y se crearon 199,000 puestos nuevos, 49,000 más de los generados un mes antes. EFE