Melbourne (Australia) – El alemán Alexander Zverev (n.6) acabó con el español Carlos Alcaraz (2), por 6-1, 6-3, 6-7(2) y 6-4, en tres horas y cinco minutos, en los cuartos de final del Abierto de Australia.
Tras su eliminación, el serbio Novak Djokovic (1), que se enfrentará en semifinales al italiano Jannik Sinner este viernes, mantendrá la primera posición mundial en el ranking ATP tras la conclusión del torneo.
«He jugado uno de los mejores jugadores del mundo, ha ganado dos Grand Slams. Cuando vas 5-2, muy cerca de ganar, empiezas a pensar. Estoy feliz con que finalmente lo pude cerrar», dijo Zverev al estadounidense Jim Courier, que ejerció de entrevistador sobre la pista tras la conclusión del choque.
El germano, que lidera el ‘cara a cara’ con el murciano por 5-3, se convirtió en el tenista que más veces ha vencido al joven español de 20 años, tras superar al italiano Sinner que le ha soprepasado en cuatro ocasiones.
La puesta en escena de Alcaraz cambió más drásticamente que el tiempo de Melbourne, capaz de ofrecer lluvia, viento y sol en cuestión de media hora, después de rozar la perfección tenística en su anterior encuentro de cuarta ronda, ante el serbio Miomir Kecmanovic.
Alcaraz completó un serio entrenamiento en la pista 17 junto a su hermano Álvaro como ‘sparring’. Realizaron entre risas un juego junto a los miembros de su equipo antes de finalizar la sesión, y se marcharon hacia el vestuario para continuar con algunos ejercicios para mantener el cuerpo en calor, mientras el partido entre la china Qinwen Zheng y la rusa Anna Kalinskaya llegaba a su fin.
Todo parecía listo para una nueva noche de deleite para el risueño Carlos, que se había impuesto con facilidad en el anterior choque frente al alemán en un ‘major’ y sobre una superficie dura (Abierto de Estados Unidos en 2023).
«Después del primer juego ya puedo decir más o menos como van a ir las cosas», comentó en su anterior rueda de prensa tras su gran actuación ante Kecmanovic.
Muy a su pesar, un espesor impropio en el alegre tenis de Alcaraz le condenó a cometer más errores no forzados de lo normal en un inicio en el que el teutón dejó a la Rod Laver atónita con su poderoso primer servicio.
El sexto cabeza de serie necesitó menos de media hora para apuntarse una primera manga (6-1) en la que acabó con un 89% de acierto con el primer servicio, y superando consistentemente los 210 kilómetros por hora.
Alcaraz acabó el set inicial con dos golpes ganadores y once errores no forzados.
Hubo indicios en la segunda manga de que el joven de 20 años recuperaba el brillo, que evidenció con una fabulosa volea para establecer el 3-2 a su favor. Sin embargo, las dudas regresaron después de que el vigente campeón de Wimbledon fuera incapaz de aprovechar un 0-40 con el servicio del alemán.
Zverev se apuntó el segundo set por 6-3 y, con un acierto con primeros del 90%, además de escudar su juego de fondo con tiros del mejor nivel, que desesperaron a un incómodo Alcaraz que ni respuesta ni limpieza en sus golpes.
El estadio comenzó a vaciarse conforme el implacable Zverev daba pasos de gigante hacia la victoria final pero Alcaraz, que continuó con su intacta sonrisa a pesar de la adversidad, se animó con el intenso sustento de un público australiano que le instigó desde el arranque de la competición.
El murciano firmó una remontada, tras un 1-4 y 2-5 desfavorable en la tercera manga y un 0-2 en el juego de desempate, que finiquitó con tres exquisitas pasantes que levantó a los fieles que decidieron no marcharse, hasta el 7-6 final.
Tras la conclusión del tercer set, el alemán fue atentido por el fisioterapeuta para curarle la herida, después de que tropezara durante el ‘tie-break’.
Zverev abrió el cuarto set con una tempranera rotura pero el murciano, que recuperó las buenas sensaciones en su revés, respondió con un ‘contra-break’ para establecer el 1-1.
El teutón recibió una advertencia con el 4-3 por incumplir con el tiempo permitido entre punto y punto al servicio, del mismo modo que le ocurrió al español en el segundo set.
Cuando parecía que la igualada se había apropiado del cuarto parcial, una inesperada rotura del germano, propiciada por tres errores no forzados del español, volvieron a acercarle hacia las semifinales.
No tembló esta vez y dejó fuera de la competición a un Alcaraz que regresó a Melbourne Park después de su baja por lesión en la edición pasada. El murciano acabó con 39 golpes ganadores y 45 errores no forzados, y un 65 por ciento de primeros servicios, por el 85 de Zverev.
El alemán se enfrentará en la siguiente ronda al ruso Daniil Medvedev (3), después de que este se impusiera al polaco Hubert Hurkacz en cinco sets.
«Últimamente me ha pateado el trasero pero espero cambiar eso», dijo entre risas Zverev para despedirse de la Rod Laver Arena.