Guadalajara (México) – Una ‘medusa’ de cabello humano hecha por activistas y artistas mexicanas fue colocada este viernes en el Río Santiago con la intención de ayudar a limpiar este afluente, considerado el más contaminado de México, en una actividad en el marco del Día Mundial del Agua.

Socorro Vargas Jaramillo, coordinadora de contenidos del Museo de Ciencias Ambientales, que impulsa la iniciativa, explicó en una entrevista con EFE que el proyecto ‘Medusa’ consiste en la colocación de una especie de red hecha con estambre tejido, que tiene decenas de ‘tentáculos’ que sujetan medias de nylon rellenas con 300 kilos de cabello humano.

Este proyecto fue ideado por la artista Angélica Barba y la activista Alitzel García Mayorga, apoyadas por 50 estilistas, activistas y académicos pretende ser un esfuerzo para limpiar el río, cuyos contaminantes afectan principalmente a pobladores de los municipios de El Salto y Juanacatlán, en Jalisco (oeste de México).

“Es una iniciativa ciudadana, de gente local, de pobladores de Juanacatlán que desde su niñez estuvieron ahí y que han podido observar con el tiempo el deterioro que ha tenido el río Santiago que corre por su población”, afirmó Vargas Jaramillo.

La ‘medusa’ fue colocada en una zona estratégica del río cercana al malecón del poblado de Juanacatlán y permanecerá ahí por dos o tres semanas. La idea de usar cabello humano tiene que ver con que hay indicios científicos que este puede limpiar sustancias contaminantes, aunque de manera limitada, detalló la académica.

Después, el cabello será sometido a análisis bioquímicos para conocer qué sustancias, contaminantes y metales pesados se quedaron en él.

“Vamos a hacer unos estudios del cabello para ver qué fue lo que absorbieron, de lo que contenía el río, de los contaminantes, de las grasas y vamos a ver qué fue lo que logramos capturar con estos cabellos, que ya está comprobado que pueden absorber hidrocarburos y grasas”, adelantó Vargas Jaramillo.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió en 2020 una resolución con medidas cautelares a favor de los pobladores de las zonas aledañas al Río Santiago, al considerar la “gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos” a raíz de la contaminación del Río Santiago y el Lago de Chapala.

Diversos estudios de instancias nacionales e internacionales han documentado la presencia de metales pesados y otras sustancias emitidas por cientos de industrias asentadas en el cauce del río, que han provocado incrementos en enfermedad renal y diversos tipos de cáncer en los pueblos cercanos.