Londres – Con el primer título en Roland Garros aún caliente bajo el brazo y tras unas semana de celebraciones en Ibiza, Carlos Alcaraz está listo para volver a las pistas.
El murciano se entrenó este sábado por primera vez en hierba, aunque fue solo durante veinte minutos debido a la lluvia, para el que es el reto más exigente de la temporada. En menos de un mes tiene que defender los títulos de Queen’s y Wimbledon, un botín de 2.500 puntos que logró el año pasado de manera más que sorprendente, por su poca experiencia en la superficie, y que este año le pone como candidato absoluto en el All England Club.
Para este Everest que tiene por delante el de El Palmar, el tenista ha decidido repetir lo que le funcionó en 2023. El año pasado decidió aparecer en Queen’s, tras varios días de descanso pro la derrota que sufrió en semifinales de Roland Garros ante Novak Djokovic, y fue despejando las continuas preguntas sobre su estado físico y sobre los calambres que le atenazaron ante el serbio.
Lo hacía a la vez que se enfrentaba a una superficie agreste en la que a día de hoy solo suma 18 partidos. Para semejante reto, Alcaraz alquiló una casa a cinco minutos andando del All England Club y su intención era hospedarse ahí durante un mes completo. Desde el inicio de Queen’s hasta el final de Wimbledon.
La receta es la misma este año, como lo es dar vacaciones a Juan Carlos Ferrero esta semana -el técnico se reincorporará para el inicio de Wimbledon-, y entrenar en Queen’s junto a Samuel López, entrenador de la Academia Equelite y quien llevara a Pablo Carreño al top 10.
Queen’s es un torneo que siempre ha gustado a Alcaraz, por el componente histórico que tiene, remontándose su primera edición a 1881, y por ser un club de puro tenis. De hecho, su padre le acompañó el año pasado durante toda la semana para vivir también de cerca cómo es esta experiencia. En este campeonato, situado al oeste de Londres, han ganado Andrés Gimeno, Rafael Nadal y Feliciano López, siendo el toledano el único en repetir. Ningún español ha ganado el título dos veces seguidas.
Para defender los 500 puntos que logró el año pasado, Alcaraz tendrá por delante un cuadro durísimo. En primera ronda se medirá a Francisco Cerúndolo, al que nunca se ha enfrentado en partido ATP, pero sí en ITF, en 2019, con triunfo para el argentino. Ambos, además, se conocen muy bien y ya entrenaron varias veces la temporada pasada en estas mismas pistas.
En segunda ronda se podría enfrentar a Jack Draper, finalista esta semana en Stuttgart y uno de los rivales más peligrosos sobre esta superficie. Sin embargo, el mayor debe del británico es su físico, por lo que está por ver en qué condiciones llega tras el esfuerzo de Alemania.
A partir de ahí, Alcaraz puede tener en cuartos de final a Tommy Paul y Alejandro Davidovich, en semifinales a Grigor Dimitrov, al que ya venció el año pasado, y en la final a Alex de Miñaur, finalista en 2023, Taylor Fritz u Holger Rune.
Un cartel explosivo para un torneo que, eso sí, parece haber perdido enteros respecto a Halle, su competidor directo, en la antesala de Wimbledon.
El resultado en Queen’s marcará la preparación para Wimbledon. La victoria el año pasado derivó en varios días de recuperación en casa, sin entrenar en pista, para prevenir lesiones y tomar precauciones con el muslo, mientras que una hipotética derrota temprana en Queen’s puede llevar al español a disputar alguna de las exhibiciones que se disputan la semana previa a Wimbledon en The Boodles y Hurlingham. En esta última ya jugó un encuentro en 2022, cuando tuvo que ausentarse de Queen’s por una lesión en el codo.
El 28 de junio Alcaraz conocerá su camino en Wimbledon, ese mismo fin de semana realizará el tradicional ‘media day’ en el All England Club y el 1 de julio inaugurará la pista central en calidad de vigente campeón.
En Wimbledon partirá como segundo cabeza de serie, por lo que evitará un enfrentamiento contra Jannik Sinner hasta una hipotética final.