Berlín – El parlamento finlandés aprobó este viernes con gran mayoría una ley que restringe el ingreso al país a migrantes y peticionarios de asilo a través de la frontera rusa y permite a las autoridades devolverlos en caliente.
Sin embargo, las solicitudes de asilo deben aceptarse si, según la evaluación de la guardia de fronteras, es necesario proteger los derechos de una persona en una posición vulnerable.
La solicitud también se aceptaría si, según la evaluación de la guardia de fronteras, es evidente que la persona corre un peligro real de ser sometida a la pena de muerte, tortura u otros tratos que violen la dignidad humana, principalmente en el país de donde proviene.
El Gobierno finlandés acusa a Rusia de estimular a migrantes procedentes de países como Siria o Somalia a entrar a Finlandia y considera que se trata de una represalia contra el ingreso del país a la OTAN.
Después de la votación, el primer ministro, Petteri Orpo, afirmó que el parlamento había demostrado una vez más que las cuestiones de seguridad unen a los finlandeses y que se pueden encontrar soluciones juntos.
Orpo enfatizó que incluso después de la votación, Finlandia es uno de los países con el estado de derecho más fuerte del mundo y nadie debe preocuparse por eso.
«El Estado de derecho tiene el derecho y el deber de defenderse a sí mismo y a su seguridad», dijo.
Orpo prometió que el gobierno hará todo lo posible para encontrar soluciones europeas para responder a la instrumentalización de la inmigración. EFE