París – La magia de los Juegos Olímpicos de París comenzó ya en el Estadio de Francia, el mayor escenario de las competiciones, con decenas de miles de aficionados disfrutando del deporte y la fiesta cuatro años después.
Banderas, camisetas y maquillaje con los colores nacionales, bocinas, aplausos y una atronadora ovación recibieron este miércoles a los jugadores del primer encuentro de rugby a 7 del programa de esta jornada, Australia-Samoa.
Y un enorme vocerío coreó la cuenta atrás de los últimos diez segundos hasta el inicio de la competición en el mayor estadio de París, con capacidad para 66.500 espectadores, que se estrena también este miércoles tras una renovación a fondo.
«Se siente como una energía en el ambiente que está buenísima, no solo en los hinchas sino en toda la ciudad», afirmó a EFE Agustín, un aficionado argentino. «Fue espectacular poder venir».
Acompañado de Daniela, y ambos enfundados en camisetas albicelestes, añadió que a la emoción de ser hoy el primer día de pruebas, se suma que comienzan dos competiciones, fútbol y ‘Sevens’, que son «importantes» para Argentina y donde «vamos a intentar pelear por una medalla».
«Todo el país está muy expectante de qué pasa hoy», concluye.
Mientras Australia y Samoa intercambiaban ensayos sobre el verde, el público que fue llenando poco a poco el estadio, mayoritariamente francés, aplaudió a rabiar todas las jugadas prometedoras.
«Es muy emocionante venir a presenciar el primer día de los Juegos», señaló a EFE Daniel Jones, un joven estadounidense de Fort Lauderdale, que lleva anudada al cuello una enorme bandera de las barras y las estrellas.
Aunque reconoce que no conoce todas la reglas del rugby a 7, sí dice que es aficionado al rugby. Tiene también entradas para saltos de trampolín, natación, voley, voley playa, skate y boxeo, en unas auténticas vacaciones parisinas de un mes.
Un total de doce encuentros de rugby a 7 esperan este miércoles a los aficionados, que llenaron poco a poco el estadio, y que se lo pasaron a lo grande en el bautizo olímpico, dos días antes de la ceremonia inaugural.
El Estadio de Francia albergará en estos Juegos el rugby a 7 (hasta el 30 de julio) y el atletismo, el deporte rey olímpico (del 2 al 10 de agosto), para acoger finalmente la ceremonia de clausura del día 11.
Posteriormente, acogerá pruebas de los Juegos Paralímpicos, del 30 de agosto al 7 de septiembre.
El estadio reabrió este miércoles tras siete meses de obras para modernizar las instalaciones con la última tecnología.
En primer lugar, las gradas bajas se han retrasado 15 metros para hacer resurgir la pista de atletismo.
Los videomarcadores y pantallas de vídeo situados en ambos fondos han doblado su tamaño, hasta 500 metros cuadrados cada uno.
También se ha instalado una nueva pista de atletismo, de color violeta y 14.000 metros cuadrados de superficie, que desde la pasada primavera sustituyó a la pista del tradicional color ocre.
La nueva pista se niveló con ayuda de rayos láser y de aparatos en 3D para asegurar que está perfectamente lisa y lista para acoger la máxima competición mundial.
Además, se ha reorganizado la disposición de las pruebas de saltos y lanzamientos del atletismo, con una nueva configuración.
La modernización ha llegado a la red eléctrica, renovada por completo. En primer lugar, se ha construido una nueva conexión mucho más potente, ya que antes había generadores diésel para atender el aumento de la demanda en momentos importantes.
Ahora, todo el estadio estará cubierto por la red general, con lo cual habrá menos emisiones contaminantes.
También se ha aprovechado para instalar nuevos focos led -más luminosos y eficientes- tanto para la iluminación de la zona de competición como del edificio, y también se han iluminado las bandas de separación de las calles del atletismo.
Con una capacidad actual para 66.500 espectadores, este estadio fue edificado en 1998 para la Copa del Mundo que Francia organizó ese año, y desde entonces es la sede principal de los encuentros de las selecciones nacionales francesas de fútbol y de rugby.
El año pasado acogió la mayoría de partidos importantes de la Copa del Mundo de Rugby y tras la final, el 28 de octubre, cerró sus puertas para la fase principal de las obras de modernización para estos Juegos, que ya habían comenzado en 2021.
El estadio ha sido escenario también de importantes eventos deportivos, como los Mundiales de atletismo de 2003, la Copa del Mundo de rugby de 2007, la Eurocopa de fútbol de 2016 o la final de la Liga de Campeones.
Ahora, totalmente rejuvenecido, ya acoge las pruebas olímpicas.