Trípoli – Una cuarta parte de los migrantes y demandantes de asilo detenidos arbitrariamente y confinados en uno de los principales centros de reclusión de Trípoli sufren alarmantes tasas de desnutrición y viven en condiciones inhumanas, denunció hoy la ONG internacional Médicos Sin Fronteras (MSF).
Según un estudio de la organización hecho publico este jueves, en el centro de Sabaa, situado en el este de la capital, está retenidos en condiciones perversas de hacinamiento alrededor de 300 personas, de las que un centenar son menores de 18 años.
«Las conclusiones del estudio respaldan numerosos testimonios individuales que afirman que las personas en este centro de detención reciben solo una comida cada dos o tres días, y que los recién llegados pueden pasar hasta cuatro días sin alimentos», afirmó la ONG.
«El 2 por ciento sufre de desnutrición aguda severa, el 5 por ciento sufre de desnutrición aguda moderada y otro 16 por ciento está por debajo de su peso», precisó MSF antes de subrayar que a la escasez de alimentos se añade las perniciosas y lamentables condiciones higiénicas del lugar de confinamiento.
A este respecto, la organización subraya que el pasado 21 de febrero sus equipos en la zona descubrieron a un grupo de 31 personas hacinadas en una estancia tanque pequeña que apenas ofrecía «0,7 metros cuadrados de espacio» por individuo.
«No había sitio para recostarse, la habitación no tenía letrinas y las personas que estaban allí recluidas se veían obligadas a orinar en cubos y botellas de plástico. A pesar de los repetidos llamamientos de MSF para que se reubicara a estas personas en un espacio apropiado, estas continuaron detenidas en esta sala durante más de una semana», denunció.
«Lo que vemos hoy en este centro de detención es un síntoma de un sistema descontrolado, injustificado e irresponsable que pone en riesgo la vida de los refugiados y de los migrantes», explica Karline Kleijer, responsable de emergencias de MSF.
«El hecho de que Europa esté contribuyendo a este sufrimiento a través de políticas que permiten que las personas rescatadas en el mar puedan ser devueltas a condiciones inhumanas y de detención en Libia es del todo intolerable», añade.
Ante esta situación, MSF insta a las autoridades libias y a la comunidad internacional a abordar con urgencia las peligrosas e inhumanas condiciones de los centros de detención libios, que violan de forma sistemática los derechos humanos.
«La situación es extremadamente preocupante. Estas personas no tienen absolutamente ningún control sobre qué, cuándo o cuánto comen, pues dependen completamente de las autoridades para ello», alerta Kees Keus, asesor de salud de MSF para Libia.
«MSF se opone firmemente a la detención arbitraria de refugiados, migrantes y solicitantes de asilo en Libia, y denuncia las políticas de los Estados miembros de la UE que permiten la devolución forzada de estas personas vulnerables a condiciones degradantes y peligrosas para su salud física y mental», subraya la ONG.
Además, exige a la autoridad libia y a la comunidad internacional que respondan de inmediato a la situación asegurando la alimentación de los detenidos, liberando a todos los menores de 18 años y garantizando que los centros de detención respeten los estándares internacionales, concluye. EFE