Tucson (EE.UU.) – Los votantes latinos y afroamericanos están “sistemáticamente subrepresentados” en las elecciones, asegura un análisis sobre la participación electoral en 2020, que encontró disparidades raciales en la aceptación de sufragios en estados considerados como “bisagra” en EE.UU.

El reporte “Raza y representación en los condados en disputa” analizó los datos electorales en 11 condados de siete estados que fueron clave en la victoria del presidente estadounidense, Joe Biden.

Los datos recabados por los investigadores de la Union of Concerned Scientists mostraron “una brecha significativa” que afecta a los votantes latinos y afroamericanos, incluso en distritos electorales donde son mayoría.

En los condados analizados, incluyendo el de Maricopa (Arizona), la participación electoral es más alta entre los distritos con un mayor porcentaje de población anglosajona, con un 78 %.

En contraste, la participación en distritos electorales con mayoría hispana desciende a un 54 % y a un 59 % en las zonas de mayoría afroamericana.

Además, los investigadores encontraron que las comunidades de color tienen más probabilidades de que se rechacen sus votos en ausencia o provisionales con un 40 %. Mientras, los anglosajones tienen más probabilidades de que sus votos sean contados bajo las mismas circunstancias, con tan solo un 20 % de rechazos.

“Es sorprendente observar los datos reales de las elecciones y ver en qué medida el lugar donde vives determina si tu voz se escuchara en las elecciones”, dijo Liza Gordon-Rogers, investigadora asociada del Centro para la Ciencia y la Democracia (USC) en un comunicado de prensa.

La investigadora advirtió que las comunidades latinas y negras “tienen menos probabilidades de que sus necesidades e intereses se reflejen en el gobierno, si es menos probable que sus votos se cuenten”.

Los 11 condados analizados se encuentran en Arizona, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Ohio, Pensilvania y Wisconsin.

Los investigadores aseguran que este análisis también ilustra que las teorías de conspiración sobre la votación ilegal generalizada son “simplemente falsas”.

El reporte concluye que estos datos son vitales para comprender no sólo las elecciones del 2020, sino también las futuras como la del próximo noviembre.

Recomendaron establecer una línea base para detectar irregularidades, ayudando a organizaciones y defensores del voto a comprender quienes no están siendo incluidos en el proceso electoral.