Lisboa – Alrededor de un centenar de inmigrantes se concentraron este viernes ante el Parlamento en Lisboa para protestar contra el endurecimiento de la ley para regularizar su situación cuando ya están trabajando en el país y que aprobó el Gobierno conservador el pasado junio.

La protesta fue organizada por varios grupos de inmigrantes con el objetivo de reclamar el regreso de la llamada «manifestación de interés», un sistema que permitía solicitar la residencia y legalizar la situación de los extranjeros que tuviesen al menos un año de cotizaciones a la Seguridad Social.

Este régimen fue revocado por el Ejecutivo liderado por Luís Montenegro (centroderecha) el pasado junio y «desde entonces la gente se ha quedado sin respuesta para conseguir regularizarse», aseguró a EFE una de las organizadoras, la vicepresidenta de la Casa de Brasil, Ana Paula Costa.

Costa señaló que hay cada vez más dificultades para que los inmigrantes accedan a los servicios públicos: «No hay citas para renovar el permiso de residencia», lamentó la responsable de Casa de Brasil, el país del que proceden más del 30 % de todos los extranjeros residentes en Portugal.

Además, denunció que hay un sentimiento antinmigración «cada vez más fuerte en Portugal» que influye en el Gobierno y apuntó directamente a la ultraderecha por llevar un «discurso xenófobo y racista» a la esfera pública.

«Los inmigrantes son seres humanos. Vinimos aquí para trabajar, no para dormir. Dejamos a nuestras familias», contó a EFE una mujer angoleña que no quiso decir su nombre, que portaba un cartel con el mensaje «Mujer inmigrante, la misma lucha contra la esclavitud».

Llegó hace 15 años a Portugal y logró regularizar su situación gracias a la ‘manifestación de interés’, pero decidió acudir a la protesta para «luchar por los demás».

Megáfono en mano, entonó uno de los cánticos más oídos en la concentración, «Derechos iguales», al que le siguieron otros como «Documentos para todos».

El Gobierno luso insistió este mismo viernes en que no va a restablecer las ‘manifestaciones de interés’ porque era un camino que «arrojaba a la indignidad a todos los que venían por las rutas ilegales», según aseguró el secretario de Estado de Presidencia, Rui Armindo Freitas, en una entrevista con la emisora estatal Antena 1.

«Estas nuevas medidas son las que empujan a la gente a las mafias y alimentan el tráfico humano, esto sí es una verdadera indignidad», dijo en declaraciones a EFE el presidente de la Asociación Solidaridad Inmigrante, Timóteo Macedo, otro de los organizadores.

En la manifestación también participó un grupo de ciudadanos de Bangladés que exigió que se abra una Embajada de Portugal en su país para facilitar todos los procesos.

«Es muy importante para nosotros tener una Embajada en Bangladés porque no podemos traer a nuestras familias, tenemos que ir a India para estas situaciones», explicó a EFE Munayem Ahmed, un bangladesí que llegó a Portugal hace seis años.

Unos 50.000 ciudadanos de este país viven actualmente en Portugal, según datos de la Comunidad de Bangladés en Lisboa.

La protesta ha coincidido con una semana en la que se han producido disturbios en Lisboa y sus alrededores por la muerte de un caboverdiano tiroteado por un policía, que han reavivado las críticas de las asociaciones de inmigrantes hacia la violencia policial.