Moscú – La Duma o cámara de diputados rusa aprobó este martes un proyecto de ley que eleva a hasta 15 años de cárcel las penas por la organización de migración ilegal en el marco de la campaña nacional para combatir la inmigración.

«La norma aprobada permitirá (…) afrontar la migración ilegal y reducir el número de delitos en esta esfera», afirmó en Telegram el presidente de la Duma, Viacheslav Volodin.

La norma recrudece la legislación migratoria rusa al calificar la organización de migración legal como un delito «muy grave o extremadamente grave», penado con privación de libertad de entre 8 y 15 años y multas de entre 3 y 5 millones de rublos (de unos 30.000 a más de 50.000 dólares, según el curso actual).

La anterior ley, menos severa, se limitaba a 5 años de cárcel.

La pena mínima establecida en la nueva ley es de 2 años de cárcel y una multa de hasta 500.000 rublos (5.150 dólares) o la retención del salario o ingresos durante tres años, con la prohibición de ocupar determinados cargos durante cinco años.

La ley establece penas de entre 5 y 10 años de cárcel para el delito de uso de documentos falsos, y prevé multas de hasta un millón de rublos (10.300 dólares) o la retención de salario o ingresos durante cinco años, además de la prohibición ocupar determinados cargos durante 7 años.

Las mismas penas serán impuestas a quienes utilicen su cargo público con estos fines. Las anteriores normas establecían penas de hasta 7 años de cárcel y multas de hasta 500.000 rublos.

En particular, la nueva ley castigará más severamente el empadronamiento ficticio de migrantes ilegales, con penas de hasta cinco años de cárcel, algo que hasta ahora se castigaba solo con 3 años.

Además, ahora se castigará la confección y venta de documentos falsos con penas de cárcel de entre 2 y 6 años y multas de hasta 500.000 rublos.

Tras el atentado yihadista contra la sala de conciertos Crocus City Hall cometido en marzo por cuatro tayikos y donde murieron 145 personas, Rusia ha apretado las tuercas a la migración.

El presidente ruso, Vladímir Putin, considera prioritario contener el flujo de inmigrantes ilegales, para lo que propuso cambiar «radicalmente» la actual política migratoria y defendió «el principio de que solo pueden venir a vivir y trabajar en Rusia aquellos que respeten las tradiciones, el idioma, la cultura y la historia» del país.

En junio pasado el Ministerio ruso del Interior informó de que en medio año Rusia había deportado a más de 30.000 extranjeros, el doble que durante el mismo período de 2023, e impidió la entrada a más de 100.000.EFE