San José – Nicaragua sufre un “éxodo sin precedentes” con al menos 800.000 nicaragüenses, un 11,8 % de la población calculada en 6,8 millones de habitantes, fuera de su país principalmente por razones políticas, advirtió este miércoles la ONG humanitaria Colectivo Nicaragua Nunca Más.
“Nicaragua sufre un éxodo sin precedentes. Actualmente más de 800.000 nicaragüenses hemos tenido que desplazarnos forzadamente a otros países en búsqueda de protección internacional, de mejores oportunidades y condiciones de vida”, señaló ese Colectivo, integrado por activistas nicaragüenses exiliados y con sede en Costa Rica, en una declaración en ocasión del Día internacional de las personas migrantes.
La mayoría de esta población se encuentra en Estados Unidos, Costa Rica, México y España, “países a los que alentamos a crear una legislación y políticas públicas favorables en materia de migración y refugio”, abogó esa ONG.
Ese Colectivo se solidarizó con las miles de personas y familias nicaragüenses que deben migrar para proteger sus vidas, “ya que en Nicaragua la represión, el hostigamiento, la persecución y el asedio continúan, principalmente en contra de aquellas personas que alzan la voz y denuncian las graves violaciones a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad”.
Denuncian reformas constitucionales y migratorias
“Hoy denunciamos también las arbitrarias y nulas reformas constitucionales y migratorias recientemente aprobadas por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo que van en detrimento de las personas migrantes”, continuó.
Esto incluye, agregó ese organismo, castigar con penas de dos a seis años de cárcel a los nicaragüenses que entren, salgan o pretendan salir del territorio nacional de forma irregular para presuntamente cometer “menoscabo a la integridad nacional, la soberanía” o supuestos intentos para “conspirar o inducir actos terroristas o de desestabilización económica y social de país”.
“Esto criminaliza y restringe el derecho a la libertad de circulación y residencia de las y los nicaragüenses, así como una apatridia de facto que genera múltiples violaciones a derechos humanos”, alertó.
Para ese Colectivo, “es indispensable recordar que el desplazamiento forzado de cientos de miles de nicaragüenses, bajo coacción y un estado de excepción de facto, es considerado un crimen de lesa humanidad con alcances extraterritoriales en el cual han participado todos los órganos del Estado dictatorial y se ha erigido como una política pública de destierro, confiscación, desnacionalización y persecución a familiares”.
“Como Colectivo hacemos un llamado a la comunidad internacional que no nos dejen solos, que continúe denunciando las graves violaciones a los derechos humanos y los crímenes de lesa humanidad que se comenten en el país”, instó.
Éxodo desde 2018
En el informe ‘Situación de las personas nicaragüenses desplazadas forzadas’, publicado en junio de 2023, ese Colectivo reportó que unos 605.043 nicaragüenses habían abandonado su país desde abril de 2018 hasta esa fecha, debido a la represión estatal contra opositores, religiosos y críticos con el Gobierno sandinista.
Es decir, que casi 200.000 nicaragüenses abandonaron sus hogares y huyeron de su país en los últimos 18 meses.
Según los últimos datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), citados en febrero de 2024 por el Grupo de Expertos en Derechos Humanos de la ONU sobre Nicaragua, un total de 440.280 nicaragüenses, un 6,5 % de su población, solicitaron asilo o refugio en terceros países, principalmente en Estados Unidos y Costa Rica, entre 2018 y junio de 2023.
La crisis que atraviesa Nicaragua desde abril de 2018 ha provocado el mayor éxodo de su historia, superior incluso al de la década de 1980, cuando en el país hubo una guerra civil que dejó decenas de miles de muertos, de acuerdo con el Colectivo.
Esa crisis política y social se acentuó tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato y cuarto consecutivo, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.