Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – A medida que el año llega a su fin, expertos en economía y finanzas proyectan que la devaluación del lempira frente al dólar cerrará en 74.20 centavos, equivalente a un 3%.

Este comportamiento responde a la política monetaria y cambiaria implementada por el Banco Central de Honduras (BCH), en línea con los compromisos asumidos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las cifras preliminares indican que el Tipo de Cambio de Referencia (TCR) pasará de 24.6513 a 25.3933 lempiras por dólar, reflejando un deslizamiento significativo respecto a años anteriores. Este aumento supera las variaciones de 1.03% en 2022 y 0.2% en 2023, según los analistas.

Factores de la devaluación

El economista Julio Raudales destacó en entrevista con Proceso Digital, que el lempira está sobrevaluado, como lo ha reconocido el FMI durante la firma del último acuerdo con Honduras. “El compromiso era ajustar el valor del lempira a su nivel real. Sin embargo, mantener un tipo de cambio artificial incentiva el consumo de productos importados y desestimula la producción nacional”, explicó.

Por su parte, el economista del COHEP, Alejandro Kafatti, aseguró que, con la devaluación acelerada del lempira frente al dólar, lo que están haciendo es corregir 33 meses de desfase en la política cambiaria y hoy se está dando una devaluación acelerada y es seguro que impactará en los precios de los alimentos. Se tuvo que hacer una devaluación programada para no afectar de un solo golpe.

En los mismos términos se expresó la expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Amparo Canales, quien manifestó que en las últimas semanas la devaluación del lempira frente al dólar, se observa que va de manera acelerada.

Canales, añadió que «este fenómeno tiene dos caras», por un lado, las exportaciones y las remesas se ven beneficiadas, ya que por cada dólar recibido se obtienen más lempiras. Sin embargo, Honduras depende en gran medida de las importaciones, lo que impactará en el costo de productos esenciales como combustibles, medicamentos y alimentos. «Esto provocará un incremento en los precios locales, y es fundamental minimizar su impacto en la economía hondureña», agregó.

Para el economista del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Miguel Villatoro, aunque la devaluación del lempira frente al dólar, eventualmente se desacelerará, por ahora, éste espera que esa afectación siga.

“Esa afectación es fuerte, principalmente a las personas que tienen menor poder adquisitivo y las personas que realizan transacciones en moneda del dólar estadounidense porque ahora tiene que destinar mayor cantidad de lempiras para poder obtener esos dólares y entonces su bolsillo se ve afectado porque tiene menor poder adquisitivo para realizar todas las demás transacciones que tiene”, manifestó.

El economista recordó que “según el Banco Central de Honduras (BCH), la devaluación continuaría deslizándose el tipo de cambio, esto en el marco de los objetivos que se establecieron en los acuerdos con del Fondo Monetario Internacional (FMI)” para que Honduras pudiera acceder a 198 millones de dólares que finalmente el ente internacional autorizó tras la primera y segunda revisión del acuerdo económico firmado en septiembre de 2023.

La devaluación ha encarecido los productos importados.

No obstante, Villatoro agregó, “se espera que llegue a un punto donde la depreciación, el deslizamiento de la moneda comience a contenerse y ya no sea de tanto impacto para la ciudadanía.

También dijo que se esperaría que cuando Honduras fortalezca la posición externa que es la que se busca con este tipo de medidas y contenga la inflación y se genere mayor estabilidad a nivel macroeconómico, “podríamos esperar que el tipo de cambio, ya mantenga una devaluación menor a la que se ha venido dando en los últimos meses.

Villatoro dijo que al cierre de este año se podría proyectar que por cada dólar se pague 25.40 lempiras.

“Creemos que esto es uno de los acuerdos que estableció el Fondo para qué Honduras pueda acceder a los fondos. Honduras se comprometió a realizar este tipo de medidas para poder llegar a obtener esos fondos que esos recursos que el gobierno se formula a inicio de años para poder llevar a cabo todas sus actividades a nivel de la administración pública”, dijo. 

Las opiniones de los economistas coinciden en que la devaluación responde al compromiso con el FMI de acelerar la devaluación fue clave para la aprobación de la primera y segunda revisión del acuerdo en diciembre, lo que permitió al gobierno acceder a 198 millones de dólares destinados a la balanza de pagos y apoyo presupuestario.

A criterio del Gabinete Económico hondureño se asumió el compromiso de modificar el mecanismo de subasta de divisas con el objetivo de asegurar el desembolso de los 200 millones de dólares acordados para diciembre y mantener la confianza en el acuerdo con el FMI. La tercera revisión semestral del convenio está prevista para marzo de 2025.

Entre el 1 de septiembre y el 24 de diciembre, el precio de compra de dólares en el Sistema Electrónico de Negociación de Divisas (Sendi) del BCH pasó de 24.7588 a 25.3659 lempiras, lo que representa una devaluación de 2.45% en ese periodo. A lo largo del año, la depreciación acumulada asciende a 2.89%, con el TCR alcanzando niveles históricos.

Impacto en la economía

La devaluación ha encarecido los productos importados, afectando el poder adquisitivo de los hondureños. Además, el incremento de la Tasa de Política Monetaria (TPM) del 4% al 5.75% en octubre ha elevado los costos de los préstamos entre un 3% y un 4.5%, restringiendo el acceso a financiamiento para consumo, vivienda y negocios.

La devaluación del lempira ya impacta a los hondureños, especialmente en los costos de bienes importados como alimentos, combustibles y medicamentos. Los economistas advierten que, aunque el ajuste cambiario busca alinear la moneda local con su valor real en el mercado internacional, el proceso está elevando los precios al consumidor y reduciendo el poder adquisitivo de la población.

La devaluación ha encarecido los productos importados

El mecanismo actual implica ajustes diarios de aproximadamente un centavo en la subasta de divisas, afectando gradualmente el valor del lempira frente al dólar.

Con solo dos subastas de divisas pendientes para cerrar el año, los analistas coinciden en que la depreciación continuará reflejando las tensiones económicas internas y externas que enfrenta el país.

Adicionan que es fundamental minimizar su impacto en la economía hondureña, buscando verdaderas políticas públicas que conlleven a dinamizar la productividad y no depender exclusivamente de las remesas.

Con la depreciación proyectada, se espera que sectores económicos como el comercio y la industria se enfrenten a mayores desafíos, mientras que las familias hondureñas deberán lidiar con un costo de vida más elevado en los próximos meses.