Guatemala – El Parlamento Centroamericano (Parlacen) hizo este viernes un llamamiento a Estados Unidos a «reconsiderar» su decisión de retirar la asistencia económica a los países del Triángulo Norte de Centroamérica, una de las zonas más pobres y violentas del mundo formada por El Salvador, Guatemala y Honduras.
En una declaración enviada a Efe, la presidenta de este organismo, la salvadoreña Irma Amaya, hizo publicó este llamamiento «respetuoso» a la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, para que reconsidere una decisión que «alienta y profundiza la migración».
«El levantamiento de la medida contribuiría a los esfuerzos de los países antes mencionados, encaminados a la generación de empleo y desarrollo para el bienestar de la mayoría de la población, ya que precisamente son éstas las principales causas generadoras de la migración», proclamó.
La decisión se tomó el pasado viernes por la noche después de que Trump criticara a los tres países del Triángulo Norte por «no hacer nada» por los estadounidenses y permitir la formación de caravanas de migrantes que tienen como objetivo llegar a EE.UU.
De acuerdo con los últimos datos del Departamento de Estado, EE.UU. aprobó en 2018 un total de 120 millones de dólares para Guatemala, 80 millones para Honduras y 58 millones para El Salvador; mientras que en 2017 EE.UU. destinó 140 millones a Guatemala, 95 millones a Honduras y 73 millones a El Salvador.
El Parlacen, como foro político regional que busca apoyar acciones y oportunidades para que los ciudadanos puedan vivir dignamente, también exhortó a los Gobiernos de Centroamérica a «redoblar» sus esfuerzos con el fin de evitar las migraciones.
En este sentido, el pasado miércoles los gobiernos de Guatemala, El Salvador y Honduras se comprometieron a investigar a las organizaciones que se dedica al tráfico ilícito de inmigrantes hacia Estados Unidos.
En un comunicado conjunto, los tres países advirtieron que, «ante la numerosa salida de niñas, niños y adolescentes que tiene como finalidad iniciar una ruta migratoria irregular en la cual sean expuestos a peligros inminentes», solicitarán a la justicia la «investigación y condena» de esas organizaciones.
Asimismo, pidieron al Gobierno de Estados Unidos que se sume a la investigación y judicialización de los casos e hicieron un «fuerte llamado» a los padres de familia para «evitar exponer a sus hijos a los riesgos que comprende el trayecto migratorio irregular».
Un total de 196.061 migrantes del Triángulo Norte de Centroamérica -una de las zonas más violentas y pobres del mundo formada por Guatemala, El Salvador y Honduras- fueron deportados desde Estados Unidos y México durante 2018, lo que representa un aumento del 37,9 por ciento más que el año anterior.
Así se desprende de las estadísticas divulgadas por la sede de la Organización Internacional para las Migraciones en Guatemala a principios de febrero, unos documentos que recuerdan que en 2017 habían sido deportados 142.176 migrantes irregulares.