Cracovia (Polonia) – El número de entradas irregulares a la Unión Europea (UE) ha descendido un 25 % en lo que va de año, si bien la ruta del Mediterráneo central registró un incremento de actividad y la de África occidental (Canarias) sigue acaparando una parte significativa de los casos, según datos preliminares difundidos este viernes por Frontex.

El informe de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) indica que la ruta de África occidental se mantiene como una de las zonas con más actividad migratoria irregular, con unas 7.200 llegadas registradas del total de 25.000.

Aún así, las autoridades fronterizas certificaron un descenso del 40 % en esa ruta con respecto al mismo período del año anterior, con Malí, Senegal y Guinea como países de origen más frecuentes de los migrantes irregulares.

La ruta del Mediterráneo central, sin embargo, registró el mayor aumento en los dos primeros meses de 2025, con un incremento interanual del 48 %, alcanzando casi las 6.900 llegadas.

Esto la convirtió en la segunda ruta migratoria ilegal más activa, tras la africana occidental.

Libia sigue siendo el principal punto de partida para las llegadas a través del Mediterráneo central, donde, según Frontex, los traficantes recurren cada vez más a lanchas rápidas para eludir a las autoridades.

La agencia con sede en Varsovia estima que el precio que las redes ilegales reclaman por esta travesía oscila entre los 5.000 y los 8.000 euros por persona.

Los ciudadanos bangladesíes siguen siendo la nacionalidad más común en esta ruta, una consecuencia de los acuerdos entre Libia y Bangladés para facilitar la entrada de trabajadores asiáticos al país magrebí con permisos de trabajo.

El informe de Frontex apunta a otras nacionalidades, como la pakistaní y la siria, como las más frecuentes en los casos detectados en la ruta mediterránea central.

Por otro lado, los Balcanes Occidentales experimentaron el descenso más pronunciado en el número de llegadas irregulares, con una caída del 64 % y un total de 1.400 casos en la ruta, en la que los turcos, afganos y sirios fueron los más frecuentemente interceptados.

En la ruta del Canal de la Mancha, el número de migrantes que intentaron cruzar hacia el Reino Unido disminuyó un 28 % en comparación con el año pasado, con un número aproximado de 4.400 detenciones.

A pesar de la disminución generalizada en el tránsito migratorio ilegal, los cruces marítimos siguen poniendo en grave riesgo la vida de los migrantes y, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se estima que 248 personas murieron en el mar en enero y febrero cuando intentaban arribar a las costas europeas.

En todo el año pasado, esta cifra alcanzó las 2.300, lo que subraya el trágico costo humano de estas peligrosas rutas. EFE