Tegucigalpa – Los hondureños que avanzan en caravana por territorio mexicano prosiguen este día su marcha hacia Oaxaca tras escala el fin de semana en Chiapas.
La caravana de 3 mil migrantes, la mayoría de nacionalidad hondureña, instalada en un parque la ciudad mexicana de Tapachula, Chiapas, fronteriza con Guatemala, emprendió durante el lunes su camino hacia Estados Unidos.
Paralelamente, sigue en México el flujo de migrantes provenientes de Honduras, El Salvador y Guatemala que cruzan el fronterizo río de Suchiate para entrar en México mientras que otros esperan en el puente fronterizo a que las autoridades mexicanas permitan su acceso.
Entre tanto, cientos de policías federales y funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM) continúan establecidos en los retenes que están instalados en toda la carretera federal desde Tapachula, en el estado de Chiapas, hasta el estado de Oaxaca para controlar el éxodo migrante.
Esta nueva caravana ganó envergadura desde el pasado viernes, cuando al menos 800 migrantes hondureños cruzaron de madrugada la frontera entre Guatemala y México de manera irregular.
El Inami informó entonces que “un grupo de aproximadamente 350 personas irrumpió de manera violenta en la frontera” puesto “rompieron el candado que cierra la reja fronteriza” y luego se le sumaron más personas, hasta ser unos 800 en total.
Ante la nueva ola migratoria, el titular de la Comisión Internacional de los Derechos Humanos (CIDH) en la zona, Erik Francisco López, recomendó al Gobierno federal prevenir el ingreso de maras en el país.
“Los países de Honduras, El Salvador y Nicaragua han realizado operativos donde han detenido a más 150 maras, por lo que la comisión recomienda al Gobierno de México tomar las medidas correspondiente para asegurar la integridad de los ciudadanos de la frontera sur”, aseveró.
En octubre de 2018, miles de centroamericanos -en su mayoría hondureños y salvadoreños- abandonaron sus países en distintas caravanas y atravesaron México con el afán de llegar a Estados Unidos y solicitar asilo, en un éxodo que causó choques diplomáticos entre ambos países.
La última caravana partió desde la ciudad de San Pedro Sula el pasado 10 de abril en una convocatoria sin éxito si se toma en cuenta que las propias autoridades habían alertado que la caravana estaría conformada por al menos 20 mil hondureños, razón por la que, este flujo migratorio fue denominado la “Madre de todas las caravanas”.
México es en la actualidad el país que más hondureño deporta y ha anunciado deportaciones masivas para esta semana.
En ese sentido, cerca de mil hondureños, se sumaron el lunes a más de 22 mil que ya fueron retornados este año, con lo que la estadística supera los 23 mil.
La titular de la Dirección General de Protección al Hondureño Migrante, Liza Medrano, informó que durante la Semana Santa las autoridades migratorias de Estados Unidos y México retornarán a más de 2 mil hondureños.
Este lunes llegaron 936 personas, de las cuales 645 venían de México, 270 de los Estados Unidos y 21 de Guatemala, incluyendo adultos, unidades familiares y menores no acompañados, detalló.
Hasta el pasado 5 de abril, un total de 22 mil 160 hondureños habían sido retornados en este año, y la cifra solo ha ido en aumento.