
Moscú – El 87 % de los hijos de inmigrantes no pudieron ser escolarizados este curso en Rusia debido a los problemas burocráticos y a las pruebas de acceso, comunicó este miércoles el Servicio Federal de Supervisión de Educación y Ciencia, Rosobnadzor, en medio del alza del discurso xenófobo en el país.
Tan sólo 2.964 niños pudieron matricularse este año en las escuelas rusas de los 23.616 que trataron de presentarse en la primera fase de la criba, primero administrativa.
Un total de 8.223 presentaron los documentos necesarios en tiempo y forma, mientras que al examen se presentaron 5.940, llegando a aprobar cerca de la mitad.
Las pruebas de nivel se implantaron el 1 de abril de este año, para «garantizar una educación de alta calidad para todos los participantes», donde los niños deben demostrar su dominio de la lengua rusa, explica Rosobnadzor en su portal oficial.
Las pruebas varían según el curso al que se aspira entrar, los primeros cursos requieren «habilidades de habla, comprensión auditiva, oral, lectura y escrita», además de conocimientos léxicos y gramaticales», explican las autoridades rusas.
De esta forma, un niño inmigrante de siete año debe demostrar un determinado dominio del ruso para poder acceder a la educación primaria obligatoria.
En la fase burocrática, los tutores deben presentar documentos que confirmen la legalidad de la presencia del niño en el país, así como de sus representantes, además de informes médicos que certifiquen la ausencia de enfermedades infecciosas que supongan «un peligro para los demás», añaden desde el servicio federal.
En los últimos años han aumentado los discursos de odio hacia los inmigrantes en el país, sobre todo contra los ciudadanos de Asia Central.
También fue un punto de inflexión el atentado yihadista contra la sala de conciertos Crocus City Hall el año pasado, donde murieron cerca de 150 personas y otras 200 resultaron heridas.
Las fuerzas de seguridad rusas realizan constantes redadas en centros de ocio y barrios que concentran a migrantes.
En julio notificaron haber detenido de este modo a 500 personas, en agosto fueron 300, lo que ha provocado el descontento de los gobiernos de los países de Asia Central.EFE






