
Londres – Los solicitantes de asilo que están en hoteles en el Reino Unido serán trasladados a instalaciones militares, como parte del objetivo del Gobierno británico de acabar con el uso de ese tipo de hospedaje a raíz de la polémica que esto ha generado.
El Ministerio británico del Interior confirmó hoy que un cuartel en Escocia y otro en el sur de Inglaterra se utilizarán para albergar temporalmente a unos 900 hombres, y las autoridades trabajan para identificar más instalaciones en las próximas semanas y meses.
Según los planes, los hombres se alojarán en el cuartel Cameron en Inverness (Escocia) y en el Campo de Entrenamiento de Crowborough en East Sussex (sur de Inglaterra).
Ambos lugares se utilizaron para alojar a familias afganas evacuadas durante la retirada aliada de Kabul en 2021 mientras eran asentadas en otros lugares del país.
Esta medida forma parte de los esfuerzos del Gobierno para acabar con el uso de hoteles para solicitantes de asilo, que una comisión parlamentaria calificó el lunes de «fallidos, caóticos y costosos».
«Estamos indignados por la cantidad de migrantes ilegales y hoteles para solicitantes de asilo. Este Gobierno cerrará todos los hoteles para solicitantes de asilo», dijo un portavoz de Interior.
«El trabajo está muy avanzado, y se están buscando más instalaciones adecuadas para aliviar la presión sobre las comunidades y reducir los costes del asilo», agregó.
Según las últimas cifras disponibles, unos 32.000 solicitantes de asilo se alojaban en hoteles a finales del pasado junio
Un informe del Comité de Interior del Parlamento reveló ayer que el ministerio ha «malgastado» más de 15.000 millones de libras (más de 17.000 millones de euros) en su sistema de hoteles para alojamiento de solicitantes de asilo, mucho más de lo presupuestado en un primer momento.
Indicó que los costes previstos de los contratos de alojamiento para el periodo 2019-2029 han más que triplicado el presupuesto inicial de 4.500 millones libras (más de 5.150 millones de euros), hasta llegar a 15.300 millones de libras (17.529 millones de euros).
El pasado verano hubo protestas de vecinos y grupos de extrema derecha ante algunos hoteles para manifestar el rechazo a la presencia de solicitantes de asilo en estos alojamientos.
La protesta más notoria fue la que tuvo lugar ante el hotel Epping, en el este de Inglaterra, por la presencia de un migrante etíope -Hadush Gerberslasie Kebatu- acusado de agresión sexual a una menor.
El pasado viernes, Kebatu, que iba a ser deportado tras ser condenado en septiembre a 12 meses de cárcel, fue liberado por error de la cárcel de Chelmsford (este inglés), provocando una búsqueda de 48 horas que finalizó con su detención el domingo por la Policía en el norte de Londres. EFE






