Washington – Las autoridades migratorias de Estados Unidos disminuyeron levemente el número de deportaciones en los primeros tres meses de 2019, hasta marzo, con un total de 62.968 expulsiones, un 5,4 % inferior al registrado en el trimestre anterior, informó este lunes el Gobierno.
La Patrulla Fronteriza (CBP, en sus siglas en inglés), cuyo principal marco de actuación es el linde sur de EE.UU. con México, se encargó de deportar cerca del 70 % de los inmigrantes expulsados, mientras que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en sus siglas en inglés) deportó a las personas restantes.
«Durante este período, más del 85 por ciento de los extranjeros arrestados por ICE, y más del 91 por ciento de los expulsados del interior de EE.UU., habían recibido condenas penales o tenían cargos pendientes», justificó la directora ejecutiva asociada del ICE, Nathalie Asher.
Los datos son ligeramente inferiores a los registrados en los primeros tres meses del año fiscal, es decir, octubre, noviembre y diciembre, cuando EE.UU. deportó a 66.549 personas a sus países de origen.
Así, las deportaciones en los dos primeros trimestres del presente año fiscal bajaron un 14 % respecto al año anterior.
Por otro lado, las autoridades difundieron hoy también los datos de arrestos de inmigrantes que ha efectuado dentro del país como consecuencia de la crisis fronteriza, a la que ha tenido que dedicar parte de sus recursos.
En este caso, se detuvo a 36.977 personas dentro del país en los tres primeros meses del año, algo por debajo de los 35.167 inmigrantes arrestados en los meses anteriores.
«EE. UU. está comprometido a arrestar y expulsar a extranjeros presentes ilegalmente, con antecedentes penales, que amenazan la seguridad pública y ponen en peligro a las comunidades de inmigrantes», señaló Asher.
Comparado con el ejercicio fiscal de 2018, las detenciones han aumentado un 10 %, según los datos difundidos por ICE.
La divulgación de estas cifras llega unas semanas después de que EE.UU. haya firmado un acuerdo con México con el objetivo de reducir hasta un 25 % el flujo de inmigrantes indocumentados.
Asimismo, el hasta la semana pasada director en funciones del ICE, Mark Morgan, ha asumido el control de la Patrulla Fronteriza, en medio de las denuncias sobre las condiciones de detención de menores en el país.
La controversia fue generada a raíz de las denuncias de un grupo de abogados que visitó un centro de detención en la localidad de Clint, en la frontera texana con México, un lugar en condiciones insalubres, sin pañales para bebés ni jabón ni ropa limpia.