FE/EPA/FABIAN HEINZ / SEA-EYE

Berlín – El barco alemán Alan Kurdi emprendió rumbo a la isla italiana de Lampedusa con 65 migrantes a bordo, tras el conflicto que se generó por la llegada a ese puerto del See Watch 3, pese a la prohibición por parte de Italia.

«La isla italiana es el puerto europeo más cercano. Desde allí los rescatados pueden ser llevados a un lugar seguro y así lo exige el derecho internacional», dijo en un comunicado la ONG See Eye, a la que pertenece la nave.

La tripulación del barco rechazó una oferta de los guardacostas libios de atracar en el puerto de Sawija.

«Libia no es un lugar seguro para nadie», explicó la organización.

Uno de los refugiados, según See Eye, ha asegurado que un compañero de fuga suyo murió en frontera libia a causa de disparos de las fuerzas de seguridad.

Los centros de salvamento de Roma y La Valetta no han respondido a las comunicaciones del barco mientras que el centro de Bremen (norte de Alemania) reaccionó de inmediato y ha informado al Ministerio de Exteriores.

De los 65 migrantes 39 son presuntamente menores de edad y se calcula que el más pequeño de ellos tiene 12 años.

La decisión de la tripulación del Alan Kurdi puede generar nuevos roces entre Italia y Alemania después de lo ocurrido con el See Watch 3 y la detención de su capitana, Carola Rackete, quuien fue puesta en libertad.

El ministro de Interior italiano, Mateo Salvino, había advertido que el Alan Kurdi no podía atracar en costas italianas ni siquiera en el caso de que otros países se comprometiesen a acoger los migrantes y pidió en una carta a su homólogo alemán, Horst Seehofer, que asumiera la responsabilidad del barco.

Los migrantes fueron hallados por el Alan Kurdi en aguas internacionales cerca de la cosa libia en un lancha que tenía combustible pero carecía de aparatos de orientación.