San Salvador – El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, recibirá este domingo al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, reunión que se centrará en el interés de EE.UU. de frenar la migración irregular y en evaluar las acciones tomadas para reducir el fenómeno.
Según la embajada estadounidense en El Salvador, Pompeo se reunirá con Bukele para hablar sobre el interés de su país en «reducir la migración ilegal y apoyar los esfuerzos salvadoreños orientados a generar oportunidades económicas y combatir la corrupción».
La misión diplomática señaló que también firmará un convenio de cooperación para reforzar la lucha contra el narcotráfico y para fortalecer a las instituciones relacionadas con la aplicación de la ley.
Pompeo, cuyo arribo a El Salvador se espera a las 12.00 hora local del domingo (18.00 GMT), concluye con esta visita una gira que también lo llevó a Argentina, Ecuador y México.
El jefe de Estado salvadoreño aseguró el viernes que en esta cita pedirá un trato especial para El Salvador por los esfuerzos que realiza para frenar la salida de migrantes y atacar el narcotráfico.
«La visita del secretario Pompeo tiene que ser un catalizador para que se nos juzgue por lo que estamos haciendo», dijo Bukele en una conferencia de prensa junto al canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Bukele advirtió que los Gobiernos de Honduras y Guatemala «no están haciendo lo suficiente en los temas de migración, democracia y combate al narcotráfico», por lo que Estados Unidos debe valorar los esfuerzos de forma individual.
El gobernante, que es un duro crítico de las Administraciones anteriores de su país, señaló que «nadie puede dudar que El Salvador vive en una democracia plena» frente a sus vecinos que constantemente enfrentan crisis políticas y sociales.
La llegada de Pompeo se produce poco después de que la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) confirmara que ha aprobado el desvío de fondos, en principio asignados a Centroamérica, en respaldo al líder opositor venezolano Juan Guaidó.
Este anunció se dio el jueves y el Gobierno de El Salvador, que se ha mostrado cercano a los «ideales» estadounidenses, no se ha pronunciado sobre el tema.
Donald Trump llegó a la Presidencia de Estados Unidos en enero de 2017 con la promesa de una política de mano dura en materia migratoria y ha declarado una emergencia nacional por la «crisis humanitaria» que, a su juicio, se vive en la frontera con México.
El magnate estadounidense ha acusado a los países del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) de no hacer lo suficiente para frenar el flujo migratorio.