Tegucigalpa – En la homilía correspondiente a la misa dominical celebrada este día en la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, cuestionó el “rechazo” y la “indiferencia” que empujo los flujos migratorios desde Honduras.
“Nosotros tenemos en nuestra Centroamérica y en Nuestra Honduras ese dolor, cuantos hermanas, hermanos y hasta niños se ven forzados a migrar y a veces ante tanta indiferencia y el rechazo”, manifestó el jerarca de la Iglesia Católica en Honduras.
Recordó que el Papa Francisco ha insistido en su mensaje frente a la crisis de migrantes.
Reflexionó sobre la hospitalidad que se le debe brindar no solo a los migrantes, sino a quien lo requiera.
No obstante, señaló que en la actualidad se ha perdido la hospitalidad a causa de los índices de violencia.
“Hoy en día, tristemente por la situación de violencia y de crimen se ha perdido la hospitalidad y se desconfía de medio mundo”, acentuó el religioso durante la reflexión de este domingo.
Cabe señalar, que de Honduras anualmente unas 100 mil personas emprenden la ruta migratoria en busca de una mejor vida, huyendo de la violencia o en busca de la reunificación familiar.
En el primes semestre del presente año más de 60 mil hondureños fueren deportados a causa del endurecimiento de la política migratoria en Estados Unidos, México y Guatemala, quienes han cerrado sus frontera a la migración irregular.
La falta de empleo y de generación de oportunidades continúa siendo la principal causa de migración en Honduras.
La mayoría de migrantes emprende la travesía por la vía terrestre, sin embargo, hay quienes han optado por abrir una nueva ruta a través del mar, ante el reducimiento de las políticas migratorias de los países de tránsito y destino de la migración.
Decenas de connacionales han perdido la vida en busca de un futuro mejor. Según datos oficiales en 2019 la Cancillería hondureña ha realizado 129 repatriaciones de cadáveres de migrantes hondureños.