Austin (TX) – La Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) informó hoy de la detención de 98 inmigrantes indocumentados, divididos en «unidades familiares y menores no acompañados», en el sector del Valle del Río Grande, en la frontera texana con México.
Esta mañana, los agentes de la ciudad de McAllen arrestaron a 68 personas, con nacionalidad de Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Honduras, que trataban de entrar a Estados Unidos de forma irregular, según las autoridades.
A este grupo se sumó la detención de otros 30 inmigrantes indocumentados, también procedentes de países de Centroamérica, el pasado lunes por la noche en las inmediaciones de la estación de Weslaco, localidad cercana a McAllen.
Todos los inmigrantes se encuentran bajo custodia para ser procesados «por el procedimiento habitual», que no fue aclarado.
Las autoridades explicaron, en un comunicado, que el flujo de familias y menores no acompañados que llegan a la frontera es «constante», a pesar de la presión migratoria impuesta por el Gobierno de EE.UU.
El jefe de la CBP en el Sector Sur, Manuel Padilla Jr., escribió hoy en su cuenta de Twitter que los agentes fronterizos detuvieron a 5.400 «unidades familiares» en las dos últimas semanas, un 300 % más que en las mismas fechas del año anterior, según sus estadísticas.
«Estos números no son sostenibles», sentenció Padilla Jr.
Por su parte, el presidente, Donald Trump, aseguró esta mañana que la protección fronteriza será un tema primordial en las elecciones legislativas del próximo 6 de noviembre, y cargó contra los demócratas por «no aprobar leyes que permitan la protección» del país.
En el debate de anoche en la carrera por uno de los puestos al Senado por Texas, celebrado en San Antonio, el actual senador, el republicano Ted Cruz, y el aspirante demócrata Beto O’Rourke mantuvieron una agria discusión respecto a este asunto.
O’Rourke, congresista por la ciudad fronteriza de El Paso, acusó de «deshonesto» a su rival al hablar de seguridad en la zona que, por otra parte, considera como «una de las más seguras del país».
Cruz, en la línea de Trump, valoró que esa seguridad en la frontera se debe al aumento de la presencia policial, con el despliegue de la Guardia Nacional el pasado abril, e insistió que «la construcción del muro es necesaria para evitar la llegada de criminales».