Melilla (España).- Un inmigrante falleció hoy tras saltar la valla que separa la ciudad española de Melilla, fronteriza con Marruecos, en un nuevo intento masivo de entrar de manera irregular en España en el que participaron unos 300 subsaharianos, de los que alrededor de 200 lo consiguieron.
El salto se saldó además con un total de 25 heridos -19 subsaharianos y seis guardias civiles- según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno en Melilla, que precisan que todos ellos sufren lesiones leves, como heridas y cortes y, en el caso de los inmigrantes, también se registró alguna fractura.
Los agentes no requirieron asistencia sanitaria, mientras que los subsaharianos fueron trasladados a un centro hospitalario de la ciudad, donde algunos ya han sido dados de alta.
A la espera de los resultados de la autopsia, todo apunta a que el inmigrante fallecido sufrió una parada cardiorespiratoria, según explicó la representante del Gobierno español en Melilla, Sabrina Moh, en rueda de prensa.
La Guardia Civil lo localizó «inmóvil en el suelo» en una inspección de la zona tras producirse el salto, por lo que los servicios sanitarios estuvieron intentando reanimarlo durante unos 40 minutos sin éxito.
El de hoy es el segundo salto masivo a la valla que se produce este año, después del que hubo el 6 de enero, cuando más de 300 inmigrantes trataron de acceder a Melilla y 209 lo consiguieron, también en otra zona cercana.
El precedente salto al perímetro fronterizo tuvo lugar el 11 de septiembre, cuando entraron a Melilla cinco inmigrantes en un intento protagonizado por un grupo reducido de personas.
Este nuevo salto se produce un día después de que el Gobierno de España entregara a Marruecos a 24 de los 30 inmigrantes de origen subsahariano que llegaron el pasado viernes al archipiélago de Chafarinas, situado frente a las costas marroquíes, a bordo de una embarcación precaria, aplicando el Acuerdo de Readmisión firmado entre ambos países en 1992.
Este sábado se reunieron en Madrid los ministros del Interior de España y Marruecos, Fernando Grande-Marlaska y Abdelouafi Laftit, respectivamente, para abordar principalmente la problemática de la inmigración irregular.
En ese encuentro Laftit se comprometió a buscar soluciones para sus menores no acompañados que llegan a España en el marco del «interés superior» de estos inmigrantes marroquíes y con respeto a los derechos fundamentales.