Berlín – El ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, reconoció hoy que su país no apoyó a España como debía durante la oleada migratoria de mediados de la década pasada y abogó por un sistema europeo que afronte esta cuestión y garantice la libertad de movimiento dentro de la Unión Europea (UE).
Scholz, en un encuentro con ciudadanos en Ludwigshafen (oeste), agregó que la pretensión de que la inmigración es una cuestión exclusivamente nacional se terminó volviendo contra Alemania en 2015 y 2016, durante la crisis de los refugiados, cuando Berlín buscó infructuosamente la solidaridad del resto de socios.
«Eso es un error. La amistad se busca cuando no hace falta, no solamente cuando se necesita», aseguró el político socialdemócrata, ministro de Finanzas y vicecanciller en la gran coalición alemana, según una retransmisión del acto por internet.
Aseguró que durante los años en los que más inmigrantes llegaron a España de forma irregular, Alemania actuó de forma «contenida», al entender que no era su problema, pero que luego Berlín solicitó apoyo externo cuando los peticionarios de asilo cruzaron Europa desde Grecia para llegar a sus fronteras.
«Está en vuestro territorio», dijo el ministro que fue la respuesta a España del entonces Gobierno alemán, la primera gran coalición de conservadores y socialdemócratas bajo la canciller Angela Merkel (2005-2009), a la que el propio Scholz se incorporó en 2007 como ministro de Trabajo.
El ministro lamentó que hasta ahora la UE no haya sido capaz de poner en marcha una «responsabilidad común» en este asunto clave, lo que ha permitido que tengan lugar crisis como la de los refugiados.
Ese sistema común, consideró, debería incluir el refuerzo de las fronteras exteriores y la ampliación de la agencia fronteriza europea (Frontex).
Además, manifestó que es el requisito previo para que se pueda mantener en el bloque comunitario la libertad de movimiento de personas, bienes, servicios y capitales.
«Debemos defender la libertad de movimiento», subrayó Scholz, que la calificó como uno de los «grandes logros» de la UE. EFE