Washington – La segunda fase de la investigación de la Cámara Baja para un posible juicio político contra el presidente, Donald Trump, arrancó hoy en el Comité Judicial de esa cámara para analizar el marco legal del hipotético proceso de destitución.
Después de dos semanas de audiencias públicas dirigidas por el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, encargado de hallar pruebas en el comportamiento de Trump para iniciar un juicio político contra él, ahora es el turno del Comité Judicial, para definir si esas ofensas son suficientes o no para continuar con el proceso.
Este traslado de las audiencias significa que los legisladores tienen actualmente menos interés en reunir posibles actos de irregularidades de Trump desde la Casa Blanca y se centran ahora en encontrar si esas pruebas bastan para redactar y votar sobre los conocidos como «artículos» de juicio político, es decir, los cargos contra el presidente en caso de abrirse un proceso de destitución contra él.
Para iniciar esta segunda fase, los demócratas del Comité Judicial han citado a cuatro juristas, profesores de reconocidas universidades especializados en derecho constitucional, para esencialmente analizar si la investigación de juicio político puede convertirse en el proceso de destitución.
Los expertos que valorarán hoy esa cuestión son los profesores Noah Feldman, de la Universidad de Harvard; Pamela Karlan, de la Universidad de Standford; Michael Gerhardt, de la Universidad de Carolina del Norte, y Jonathan Turley, de la Universidad George Washington.
Estas comparecencias llegan un día después de que el Comité de Inteligencia de la Cámara Baja de EE.UU. desvelase este martes en un informe de 300 páginas los argumentos del posible juicio político contra Trump, al que acusó de haber antepuesto sus «intereses personales y políticos» a los de la nación.
El informe relata cómo Trump condicionó presuntamente la entrega de asistencia militar a Ucrania a la apertura de pesquisas por parte de Kiev sobre el ex vicepresidente y posible rival electoral demócrata Joe Biden, y su hijo Hunter, por presunta corrupción en el país europeo, lo que beneficiaría la campaña del mandatario para la reelección y desembocó en la indagación del Congreso en su contra.
Como resultado de la investigación legislativa, los demócratas de la Cámara de Representantes consideran que Trump abusó de su poder, obstruyó las pesquisas del Congreso y comprometió la seguridad nacional, todos ellos motivos suficientes para destituirlo, según los liberales.
Por su parte, los republicanos de ese mismo comité defendieron que no existen pruebas «concluyentes» que ameriten el inicio de un juicio político, algo que catalogaron de «divisorio».