Tegucigalpa – Luego de la implementación del Plan Frontera Sur con el que se reforzó las rutas tradicionales utilizadas por los migrantes, los mismos se vieron obligados a buscar nuevas rutas y abandonar opciones habituales como subir al tren de carga que recorre el territorio mexicano de sur a norte conocido como “La Bestia”.
Así lo reflexionó la coordinadora de la Pastoral de
Migrantes de la Diócesis de Orizaba, Veracruz, México, Carmen Alcántara, quien
explicó que los migrantes que pasan lo hacen en las noches y madrugadas, pero
en las mañana en las vías del ferrocarril ya no se ven grandes números de
centroamericanos como antes.
No obstante, enfatizó que los flujos de migrantes continúan aunque ya no es
común ver grandes grupos como sucedió en el pasado.
«Pasan de a 20, de a 50,
muchos no logran cruzar y la mayoría están en la frontera, pero los centroamericanos,
en gran número los hondureños, siguen viajando. Los que se han quedado en la
parte norte del país han encontrado trabajo y se quedaron», señaló a
periodistas la religiosa.
De igual forma apuntó que además de las vías del ferrocarril, también están
transitando en camiones. Pero ya sea en tren o en autobuses ellos lo hacen por
la noche o la madrugada.
Dijo que como pastoral de atención a migrantes están listos para seguir ayudando
a los centroamericanos, solo que al final de este 2019 se están organizando con
el propósito de hacer un mejor trabajo que el que efectuaron este año y poder
apoyar a los hermanos extranjeros.
Cabe señalar que en 2014 el Gobierno Federal de México inició a implementar el Plan Frontera Sur con el que se reforzó la seguridad en toda la ruta migratoria en ese país.
Dicha acción obligó a los migrantes a buscar nuevas alternativas como migrar ocultos en camiones, transitar por el borde marítimo del país o hacerlo en caravana, opción con la que miles de centroamericanos lograron llegar a la frontera sur de EE.UU.
Los presidentes de Guatemala y México, Otto Pérez Molina y Enrique Peña Nieto echaron a andar ese programa el 7 de julio de 2014, en Chiapas.
Poco a poco el plan se extendió al punto de asegurar toda la ruta migratoria terrestre en México.
La seguridad incluyó la ruta ferrovial, una de las principales utilizadas por los migrantes.
Desde entonces esta forma de avanzar en el camino dejó de ser la principal opción para los migrantes.
Cinco años después de la implementación poco o nada de migrantes se puede visualizar en el lomo de “La Bestia”, que continúa realizando su ruta de sur a norte pero ya sin la característica imagen de cientos de migrantes en su lomo.