Ciudadanos esperan para entrar en un comedor social. EFE/SIMELA PANTZARTZI

Madrid – El riesgo de vivir en la pobreza amenaza en España especialmente a más de 800.000 familias con niños, sobre todo aquellas encabezadas por abuelos, unas 700.000, aunque también las que dependen de madres solas y las formadas por emigrantes y trabajadores precarios de grandes ciudades.

Por el contrario, hay dos tipos de hogares en los que los menores de edad pueden vivir sin problemas económicos, los de las familias de clase media, que suman casi 4 millones, y media-alta, que llegan a 300.897, según el informe de Save the Children «Familias en riesgo», presentado este miércoles en Madrid.

La ONG llega a tales conclusiones tras estudiar las últimas encuestas de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística y analizar datos de poco más de cinco millones de hogares.

«La pobreza infantil no es un problema marginal ni tampoco es temporal», resaltó el director general de esta organización en España, Andrés Conde.

Recordó que 2,1 millones de menores (el 28,6 % del total) sufre esta circunstancia en España – un país de unos 47 millones de habitantes -, la mitad de ellos de forma severa; y el 80 % de los nacidos en esa situación «está condenado» a padecerla de por vida.

Ésta es «una anomalía específica de España» porque, a pesar de ser la cuarta economía de la Unión Europea, tiene la mayor tasa de pobreza infantil, por detrás de Rumanía, y es el país que menos invierte en prestaciones familiares: un 1,3 % del PIB frente al 2,4 % de media de la OCDE.

DESEMPLEO Y POCOS ESTUDIOS

Con los datos, Save the Children elabora una «radiografía» de varios tipos de hogares en los que hay algún niño y llega a la conclusión de que aquellas familias con abuelos, madres solas, migrantes y trabajadores precarios son los más expuestos a la pobreza.

El más numeroso – 688.058 hogares con abuelos – es el de aquellos núcleos familiares de cinco miembros, tres adultos y dos niños, y cuyo responsable tiene una media de 58,4 años. Siete de cada diez de estas familias son de nacionalidad española y afrontan altas tasas de desempleo: el 22 % no trabaja y solo el 25 % lo hace a jornada completa.

También se caracteriza por el bajo nivel de estudios de los integrantes y por las importantes carencias a las que deben hacer frente: el 65,1 % no puede asumir gastos imprevistos y una de cada cinco familias pasa frío en invierno, explicó la experta en pobreza de la ONG Gabriela Jorquera.

Pero son las familias monoparentales en situación de pobreza las más vulnerables. En nueve de cada diez casos, los 56.019 hogares estudiados están formados por mujeres españolas con dos hijos a cargo que viven de alquiler en grandes ciudades y que tuvieron los hijos cuatro años antes de media que el resto de la población.

También presentan un bajo nivel educativo y altas tasas de desocupación laboral (seis de cada diez no trabaja y una de cada cinco lo hace a tiempo parcial); tampoco pueden pagar imprevistos como la avería del refrigerador o unas gafas para los hijos.

RENTAS BAJAS

Entre los hogares de trabajadores de origen extranjeros se analizaron 85.276 familias compuestas por dos adultos y dos niños, que cuentan con un nivel de estudios medio-alto (el 45,9 % tienen estudios superiores). La mayoría trabajan a jornada completa, pero perciben unas rentas de 968 euros mensuales, 209 menos que la media.

Según el estudio, este grupo no presenta carencias materiales «llamativas», aunque un tercio paga con retraso las facturas asociadas a la vivienda. En España, los inmigrantes son algo más del 10 % de toda la población.

Ante esta situación, Save the Children insiste en la necesidad de que el Gobierno asuma en el próximo proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2020 medidas sociales «eficientes», inversiones «decididas» y, sobre todo, «ambición y prioridad política».