Washington – El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo este sábado que espera se ponga en uso «inmediatamente» un medicamento empleado para tratamientos de malaria y un antibiótico prescrito contra diferentes tipos de infecciones, entre ellas respiratorias.
«La HIDROXICLOROQUINA Y LA AZITROMICINA, tomados en conjunto, tienen una oportunidad real de ser uno de los mayores puntos de inflexión en la historia de la medicina», escribió Trump en su cuenta de Twitter.
El gobernante sentenció que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), encargada, entre otras cosas, de proteger la salud pública en Estados Unidos, «ha movido montañas».
«¡GRACIAS!», indicó Trump al referirse a esa entidad, y señaló que «con suerte» ambos medicamentos se pondrán en uso «INMEDIATAMENTE».
«¡LAS PERSONAS ESTÁN MURIENDO, SE MUEVE RÁPIDAMENTE», agregó su mensaje, en el que indicó que «H funciona mejor con A».
Distintas publicaciones se han hecho eco de un estudio de investigadores franceses y en revisión para ser publicado por la revista especializada International Journal of Antimicrobial Agents sobre las primeras evidencias de que combinar la hidroxicloroquina con azitromicina podría ser efectivo en el tratamiento del COVID-19 y reducir la duración del virus en los pacientes.
El jueves pasado, durante la rueda de prensa diaria en la Casa Blanca, Trump había abogado por el uso de la cloroquina y el Remdesivir en pacientes de coronavirus en todo el país, si bien poco después el comisionado de la FDA, Stephen Hahn, advirtió de que por ahora solo se usarán «en el contexto de un ensayo clínico».
La cloroquina, medicamento usado durante décadas para combatir la malaria, y el Remdesivir, desarrollado para combatir el ébola por la farmacéutica estadounidense Gilead, han dado muestras de «inhibir eficazmente» el nuevo coronavirus in vitro, según un estudio de un grupo de científicos chinos publicado en febrero en la revista Nature.
El estado de Nueva York decretó en la víspera que todos los empleados de servicios no esenciales deberán dejar de acudir a sus puestos y trabajar desde sus hogares con el fin de reducir el ritmo de contagios del coronavirus, mientras que en California se inició una cuarentena de la que solo se libran los servicios básicos.
Los casos de coronavirus en EE.UU., según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), rondan los 15.219 (entre confirmados y presuntos) y 201 fallecidos, aunque los cálculos de la Universidad de John Hopkins apuntan a 19.931 casos confirmados en el país y 275 muertos, 83 de ellos en el estado de Washington, 56 en Nueva York y 24 en California. EFE