Fotografía de archivo del 25 de febrero donde aparece la soñadora Reyna Montoya, fundadora y directora de Aliento, mientras posa para Efe durante una entrevista en Phoenix, Arizona. EFE/ Beatriz Limón -Archivo

Phoenix (AZ) – Jóvenes que vencieron el miedo hace 10 años y organizaron marchas, vigilias y protestas contra la ley SB1070 en Arizona, también conocida como «Show me your papers» (Muéstrame tus documentos), son quienes dirigen actualmente las principales organizaciones latinas y ocupan destacados puestos políticos.

Esa generación de activistas que nació con la polémica ley que promovía el perfil racial asegura que fue la amenaza y el miedo de perder a sus familiares, amigos y vecinos lo que les impulsó a dar batalla contra la entonces gobernadora de Arizona, Jan Brewer, y el sheriff más temido de Estados Unidos, Joe Arpaio.

Cuando se les preguntó si alguno de ellos pensó en llegar a las posiciones que ocupan actualmente, coincidieron que esa jamás fue su meta, sino la de representar a los miles de latinos que se estaban viendo afectados por la primera legislación estatal que criminalizó la presencia de inmigrantes indocumentados en Arizona.

Raquel Terán, quien dirigió la organización que promueve el voto latino Mi Familia Vota, fue elegida como miembro de la Cámara de Representantes de Arizona en 2018 y aunque asegura que nunca aspiró a un puesto político, con el tiempo se percató de que es una plataforma para cambiar las leyes en favor de la comunidad hispana.

«Tanto en puestos de poder como en la infraestructura política, los números se están convirtiendo en acción. Solo es cuestión de ver la legislatura: Cuando la SB1070 se firmó había 13 latinos, ahora hay 23, incluyendo dos personas que fueron indocumentadas», dijo a Efe.

Recuerda que su lucha empezó con la gran marcha que dejó al descubierto a 11 millones de inmigrantes que exigían una reforma migratoria en Estados Unidos, y siguió a las afueras del Capitolio de Arizona durante una vigilia que rebasó los 100 días después de aprobarse la SB1070.

«Los inmigrantes salieron del clóset y luego vi cómo el clima antiinmigrante se iba haciendo cada vez más grave en Arizona. La SB1070 solo fue la punta del iceberg para lograr la gran movilización ciudadana, y así empezamos una vigilia que continuó 103 días», comentó.

En ocasiones, recuerda, abría los ojos mientras dormía en el césped del Capitolio y lo primero que veía eran las cámaras de la prensa internacional enfocando su rostro. Otras veces se despertaba con la presencia de artistas como la colombiana Skakira, «pero de toda esa experiencia me siento satisfecha, ya que gracias a ese movimiento los latinos fuimos tomados en cuenta».

El 23 de abril de 2010, Brewer firmó la ley SB1070, convirtiendo a Arizona en el epicentro del debate migratorio en Estados Unidos, lo que detonó la organización de grupos que tomaron las calles y lucharon en las cortes, ya que el Departamento de Justicia de Estados Unidos entabló una demanda legal asegurando que los estados no tienen el derecho de aplicar leyes migratorias federales.

Reyna Montoya, fundadora y directora de Aliento, fue una de las personas que encabezaron las marchas y vigilias.

«Recuerdo que escuchamos por la radio que firmaron la ley. Mi padre compró mucha agua por temor, pero eso no nos impidió salir como familia a marchar. Luego, busqué organizaciones, me involucré, empecé a educar a la gente sobre la SB1070 y fui parte de la demanda», señaló a Efe.

Pero hubo un acontecimiento crucial para Montoya, quien entonces estaba muy involucrada en su iglesia, donde la mayoría de los asistentes eran anglosajones y vio como los feligreses se expresaban en favor de Arpaio y sus redadas.

«Empecé a mirar esa distinción para los inmigrantes, así que me armé de valor y quise compartir mi historia ante una audiencia. Le dije al pastor que podía educar a las personas sobre justicia social, pero al final no me lo permitieron por temor a causar una guerra interna en la iglesia. En ese momento me di cuenta que mucha gente no tenía la valentía de hacer lo correcto», afirmó.

UNA LUCHA MUY PERSONAL

Esas ansias de proteger a su gente también la sintió Tomás Robles, quien hoy dirige una de las organizaciones más influyentes de Arizona, LUCHA. «La SB1070 fue algo muy personal; la mayoría de mi familia es inmigrante y ya teníamos experiencias discriminatorias por nuestras raíces», expuso a Efe.

«Cuando pasó esa ley supe que tenía que hacer algo. Empezamos con los derechos de los inmigrantes y mira ahora: Nunca pensé llegar a este nivel, jamás creí que íbamos a construir una organización tan poderosa», afirmó.

En mayo pasado, Carlos García obtuvo una silla en el concejo municipal de Phoenix, sumándose a los latinos Michael Nowakowski, Laura Pastor y Betty Guardado.

García ha trabajado como activista para que los inmigrantes tuvieran procesos justos en los centros de detención. Entrevistado por Efe después de ser elegido en su nuevo cargo, reconoció: «Nunca cruzó por mi mente la posibilidad de postularme como concejal, pero me percaté de que iba a lograr más por la comunidad latina desde el concejo».

A estas voces se suma la de Viridiana Hernández, quien dirige Poder en Acción y que salió a las calles cansada de vivir como indocumentada, sin poder manejar o estudiar y con el temor latente de perder a sus padres.

«Siempre me decían ‘No digas nada, quédate agachada, solo enfócate en tus estudios’, pero me di cuenta que ese no era el camino. La realidad es que las autoridades querían separarnos y teníamos que luchar. Fue así que me uní a la manifestación del Capitolio y empecé una carrera en el activismo», indicó a Efe.

El activismo de Montserrat Arredondo comenzó hace una década, cuando vio cómo muchos de sus compañeros de escuela truncaron sus estudios por ser indocumentados. Eso la motivó a afiliarse a la organización Mi Familia Vota, donde comenzó su lucha contra la B1070.

«Me involucré de lleno. Fuimos al Capitolio todas las noches por 100 días para pelear contra la ley de perfil racial. De todos modos se firmó y desde entonces hacemos registro de votantes para no volver a permitir ese tipo de leyes”, indicó a Efe.

Actualmente, Arredondo lidera la organización que promueve el voto latino One Arizona y, al igual que muchos otros jóvenes inmigrantes que dormían sobre el césped del Capitolio hace 10 años, hoy representa una fuerza de opinión y liderazgo en las principales plataformas políticas de Arizona.