Washington – Gobernadores de distintos estados han retrasado el avance de las medidas para reabrir sus economías y han empezado a urgir a los ciudadanos a usar algún tipo de cobertor facial ante el avance del coronavirus en EE.UU., que el viernes ya rompió su récord diario con más de 45.000 nuevos casos.
Los repuntes de contagios en Texas y Florida, unos de los pioneros en flexibilizar las restricciones en medio de la pandemia, obligaron a sus autoridades a dar marcha atrás en algunas decisiones, como la reapertura de los bares en el estado petrolero o a prohibir la venta de bebidas alcohólicas en el segundo.
Este sábado, el Departamento de Salud de Florida informó de 9.585 nuevos casos de la enfermedad en un solo día, lo que elevó la estadística de contagios durante la última semana a más de 33.000.
La propagación de la COVID-19 llevó al alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, a anunciar que todas las playas del condado estarán cerradas al público desde el 3 al 7 de julio para evitar que los festejos por el 4 de julio, Día de la Independencia de EE.UU., den lugar a más infectados.
El recuento de la Universidad Johns Hopkins indica este sábado que en todo el país ya son 2.483.516 los contagiados y 125.169 los fallecidos a causa de la enfermedad.
SI PUDIERA REGRESAR
«Si pudiera regresar y rehacer algo, probablemente habría sido frenar la apertura de bares», admitió el gobernador de Texas, Greg Abbott, en una entrevista que concedió el viernes en la noche a un canal de televisión local y que fue recogida este sábado por distintos medios.
Texas, que registró su primer caso de la COVID-19 el pasado 4 de marzo, puso en marcha la fase uno de su plan de reapertura el 1 de mayo, al permitir que las tiendas minoristas, museos, bibliotecas, entre otros espacios, reanudaran su actividad con un 25 % de su capacidad, y avanzó hacia la tercera etapa desde el 3 de junio.
Pero las más de 5.000 hospitalizaciones alcanzadas este viernes pusieron en alerta a sus autoridades.
Abbott ha admitido que la mayoría de personas contagiadas desde comienzos de junio han sido personas menores de 30 años.
«Cada tejano tiene la responsabilidad sobre sí mismo y sus seres queridos de usar máscara, lavarse las manos, permanecer a seis pies (dos metros) de distancia de los demás en público y estar en casa si puede», señaló el gobernador al dar a conocer las nuevas disposiciones, que incluyen reducir la ocupación de los restaurantes.
El desfile del Día del Orgullo Gay programado este sábado en la ciudad texana de Houston se llevó a cabo de forma virtual.
MÁS LLAMADOS A CUBRIRSE EL ROSTRO
La situación en Texas y Florida llevó a que las autoridades de estados como Arizona, Arkansas, Delaware, Idaho, Luisiana, Maine, Nevada, Nuevo México y Carolina del Norte tomaran nota y ralentizaran sus medidas de reapertura económica.
El gobernador de Arizona, Doug Ducey, pidió a través de Twitter el apoyo de los ciudadanos y anticipó que estarán alerta durante este fin de semana en el que recomendó permanecer en casa y usar mascarilla en caso de que tenga de salir, al considerar que el aumento actual de casos y hospitalizaciones «es inaceptable».
Sus colegas de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham, y Carolina del Norte, Roy Cooper, se han sumado a los llamados a mantener el rostro cubierto en público, aunque en ese último estado la medida se convirtió en obligatoria a partir del viernes, al tiempo que se extendió por tres semanas más la recomendación de permanecer en casa.
El uso de máscara ha sido motivo de polémica en Estados Unidos, donde algunos sectores se han opuesto a portarlas e incluso el propio presidente, Donald Trump, y su vicepresidente, Mike Pence, nos las llevan durante sus apariciones públicas.
Según la cadena ABC News, 46 de los 50 estados del país exigen llevar mascarilla. Solo en 18 estados, así como Puerto Rico y el Distrito de Columbia (donde está Washington) esta prenda es requisito, mientras que en Iowa, Montana, Wisconsin y Dakota del Sur no se exige.
El Departamento de Justicia alertó sobre personas que presentan tarjetas u otros documentos fraudulentos con el sello de esa dependencia que supuestamente los exime de usar máscara amparados por la Ley sobre Estadounidenses con Discapacidades (ADA, en inglés).
También las órdenes de permanecer en casa fueron desafiadas en su momento con movilizaciones ciudadanas. Uno de los organizadores de estas protestas en el estado de Maryland, identificado como Tim Walters, quien es cofundador del movimiento ReOpen Maryland, anunció que ha dado positivo a COVID-19, según el diario The Washington Post.