San Diego (CA) – La secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kirstjen Nielsen, criticó el martes a la Justicia por interferir en las decisiones del presidente, Donald Trump, y advirtió a los migrantes que llegan en caravana que «no lograrán saltarse la fila violando las leyes».
Nielsen aprovechó su visita a playa Imperial, en San Diego, justo donde comienza la frontera oeste entre EE.UU. y México, para cargar contra la corte de San Francisco que bloqueó este lunes el reciente decreto de la Casa Blanca que establece que sólo se podrá solicitar asilo en los puertos de entrada al país.
«Dejadme ser clara, este tribunal de San Francisco ha reemplazado el criterio del presidente en relación con su plena autorización para determinar qué es una auténtica amenaza a nuestra soberanía nacional», lamentó la funcionaria durante una rueda de prensa.
Varias organizaciones de defensa de los migrantes denuncian desde hace meses que a los indocumentados que llegan a los puntos de entrada se les pide volver más tarde, y sospechan que esa política se debe a un deseo de poner trabas a quienes de forma legítima desean pedir asilo en suelo estadounidense.
La decisión del juez de distrito Jon Tiger supone un nuevo revés judicial a la política migratoria del presidente por lo que Nielsen aseguró que presentarán un recurso, aunque aseguró que, hasta que se produzca un fallo definitivo, la Administración acatará el dictamen del magistrado.
La visita de Nielsen a playa Imperial no es casual puesto que este es considerado uno de los puntos más vulnerables de la frontera, por tratarse de una salida al mar, lo que llevó ayer al propio Trump a difundir una foto en las redes sociales en la que parecía que la alambrada recién colocada llegaba al océano.
«Que nadie se confunda, esta es una pared con una hilera de alambre de espinos sobre otra hilera de alambre de espino; nadie entrará ilegalmente a nuestro país», se jactó hoy Nielsen, obviando el hecho de que aún faltan varios metros por cubrir y de que poco antes de su llegada una persona cruzó la frontera a nado, antes de ser apresado por las autoridades.
El refuerzo de la valla fronteriza responde a la presencia de miles de migrantes en la localidad mexicana de Tijuana.
De acuerdo con datos ofrecidos por la jefa del DHS, unas 6.000 personas aguardan en la ciudad mexicana una oportunidad para entrar en Estados Unidos, aunque no especificó cuántos habrían llegado con la caravana que salió de Honduras el pasado 13 de octubre.
En cualquier caso, Nielsen puso en duda la legitimidad de los motivos que han llevado a cerca de 5.000 centroamericanos a viajar con la caravana y sostuvo que sólo un 10 % de las solicitudes de asilo presentadas el año pasado por personas originarias del Triángulo Norte fueron aprobadas.
«Lo que está claro es que aquellos que están en nuestra frontera sur, o de camino a ella, con estas caravanas son inmigrantes económicos o que quieren reunirse con familiares que ya están aquí. Querer un empleo no es base para solicitar asilo bajo las leyes estadounidenses», indicó la funcionaria.
Asimismo, Nielsen consideró que éste «no se trata de un flujo orgánico de migrantes» y aseguró que, lejos de ser un movimiento de mujeres y niños, como algunos medios intentan vender, dijo, la caravana está compuesta mayoritariamente por hombres, algunos de ellos delincuentes.
«La realidad es que la mayoría de los miembros de la caravana que vemos son hombres o chicos adolescentes. Además, hemos identificado a unos 500 criminales, incluidos algunos conocidos miembros de bandas infiltrados en la caravana», sostuvo.
Precisamente este martes, la cadena estadounidense NBC, reveló que el Gobierno recaba datos sobre la caravana de migrantes mediante informantes de incógnito infiltrados en el convoy a los que paga por ello.