Atlanta (GA – El Gobierno federal acordó suspender de manera temporal las deportaciones de inmigrantes presas en un centro de detención de Georgia que denunciaron a un ginecólogo por abuso, indicaron este miércoles a Efe los defensores de las mujeres.
El abogado de inmigración Andrew Free indicó que las autoridades accedieron el martes a la petición de detener la expulsión de las detenidas luego de presentar un recurso ante un tribunal federal.
Según el acuerdo, que aún debía ser aprobado por un juez federal, la mujeres que denunciaron al ginecólogo Mahendra Amin, que trabajaba en el Centro de Detención de Irwin, en Ocilla, en el sur de Georgia, no serán deportadas hasta por lo menos a mediados de enero del próximo año.
En las últimas semanas, por lo menos seis de las mujeres que denunciaron al médico ya fueron deportadas y varias otras estuvieron a punto de ser expulsadas, a pesar de que son testigos en investigaciones que se llevan a cabo en el Congreso y en el Departamento de Justicia, de acuerdo con sus abogados.
«Buenas noticias. El gobierno de Estados Unidos acordó detener las deportaciones de sobrevivientes de abuso médico», expresó por su parte Azadeh Shahshahani, directora legal de Project South, una de las organizaciones que presentó en septiembre una queja formal ante la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional, para denunciar la situación en Irwin.
En la denuncia, basada principalmente en el testimonio de Dawn Wooten, una enfermera que trabajó en esa cárcel, los activistas sonaron la voz de alarma de que en el centro de detención se estaban practicando cirugías ginecológicas «innecesarias» y sin el consentimiento de las pacientes.
«Este es un paso en la dirección correcta. La decisión de ICE de deportar a los sobrevivientes de la violencia médica en Irwin fue abominable. ICE y la corporación de prisiones privadas LaSalle Corrections (que opera la cárcel) deben rendir cuentas por los abusos contra inmigrantes llevados a cabo en Irwin», dijo Shahshahani a Efe.
Un grupo de 50 inmigrantes que están o han estado presas aseguran haber sido «abusadas o maltratadas» por parte de Amin, un especialista en obstetricia y ginecología que trabajaba en esa cárcel, que ha rechazado todas las acusaciones.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), por su parte, indicó en una declaración a la prensa que «cumple con todas las órdenes vinculantes de la corte».
Entretanto, el abogado de Amin, Scott Grubman, ha negado «categóricamente» las denuncias en contra de su cliente, de quien dijo que es «un médico muy respetado que ha dedicado su vida adulta al tratamiento de una población de alto riesgo y desatendida en las zonas rurales de Georgia».