Autor del artículo: Especial Proceso Digital
Tegucigalpa – Con entusiasmo miles de hondureños han comenzado a contagiarse del espíritu navideño y aunque todavía no se ha pagado el aguinaldo en la administración pública ni en el sector privado, ya se ven las calles y avenidas adornadas anunciando la llegada de la pascua, mientras que en muchos hogares, establecimientos comerciales y oficinas públicas ya se pueden observar los tradicionales arbolitos y nacimientos.
-Inició diciembre para muchos la mejor época del año para dinamizar la economía a través del comercio y la generación de empleos temporales.
-Miles de hondureñas esperan que el fantasma de las tomas y saqueos a negocios ocurridos el año pasado no se vayan a repetir ya que quieren disfrutar de una navidad en paz, en tranquilidad y en familia.
No obstante, la población hondureña espera que esta navidad sea mejor que la vivida el año pasado y que no resurja el fantasma de las tomas de carreteras y los saqueos de negocios, imágenes que vuelven a la mente de muchos ante el llamado a la insurrección que ha hecho el expresidente y coordinador general del partido Libertad y Refundación (Libre), Manuel Zelaya.
La temporada navideña es una época de paz y amor, cuando para el cristianismo se recuerdo el nacimiento del niño Jesús, una fecha propicia para compartir en familia, aunque también es la temporada que esperan con ansias los comercios para poder vender la mayor cantidad de productos, principalmente los de mayor demanda en esta época.
En los últimos meses, la población recobró poco a poco la tranquilidad, luego de los comicios generales de noviembre de 2017, y es precisamente cuando esta por celebrarse la temporada navideña y de fin de año que resurge la confrontación política la que independientemente de los motivos, genera la intranquilidad entre la ciudadanía.
Movimiento comercial
Para el director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), Rafael Medina, este es el mes más esperado por los comerciantes porque su actividad incrementa, debido a la demanda por parte de la población y el mayor circulante en el mercado, por lo que consideró que no es tiempo para protestas, ya que es la población quien más sufre en el sentido que se detiene la economía y por ende la generación de empleo.
“Este año esperamos que se desarrollen con normalidad las actividades comerciales y económicas del país, que haya un circulante adicional a nivel nacional, cantidad que se aproxima a unos nueve mil millones de lempiras. Además, se generan al menos unos cinco mil puestos de trabajo temporales sobre todo en el área comercial”, explicó Medina a Proceso Digital.
Según el ejecutivo empresarial “hay dos puntos importantes que no debemos descuidar, uno es el circulante adicional que hay en el mes de junio y lo otro es la creación de empleo, el desempleo ese es el principal problema que tenemos en el país; aunque sean trabajos temporales, vienen a aportar mucho al país porque la mayoría de los beneficiarios generalmente es gente joven que tiene su primera experiencia”.
Consolidar deudas y ahorrar
Medina refirió que el sector privado recomienda a la población hacer un buen uso del aguinaldo y lo invierta en el pago y amortización de deudas y una parte para el consumo que es inevitable en la temporada navideña, además que son recursos que vienen a dinamizar y a fortalecer la economía.
Retomó que cualquier persona tiene derecho a manifestarse y a protestar, pero respetando la propiedad privada y pública, la libre locomoción tanto de personas como de mercaderías y no es justo opacarle la Navidad a los hondureños que añoran pasar una Navidad tranquila.
“Esta es una época propicia para la reconciliación, deberíamos procurar todos los hondureños que la polarización de la sociedad que viene desde hace varios años (2009) en el que se acentuó esta polarización. Sin embargo, podemos dilucidar esas diferencias mediante un diálogo franco entre todos los sectores. Esperamos que este año sea sustancialmente mejor que el año anterior”, sostuvo.
El mejor mes del año
Medina recalcó que “esta es la fecha en que los comerciantes esperan que sea el mejor mes del año, hablando en términos económicos, nuestros afiliados nos dicen que las ventas anuales, en diciembre puede ser de al menos un 30 por ciento. Esperamos que el cierre de 2018 transcurra en paz y haya una bonanza económica para los empresarios que pueden crear nuevos empleos”.
Enfatizó que “no pueden repetirse los disturbios de 2017, es tiempo de solucionar diferencias políticas y hasta ideológicas, debe haber seguridad tanto para la ciudadanía como para los comerciantes. Los hondureños tenemos más similitudes que diferencias, llegó el momento de moderar conductas y tolerar las diferentes formas de pensamiento y que no se pare la lucha contra la corrupción, así como potenciar las reformas electorales para que no sucedan los problemas del pasado”.
Más circulante
De su parte, el presidente de la Asociación de Vendedores del Mercado Zonal Belén, Rafael Sánchez, dijo a Proceso Digital que la expectativa que esperan para estas fiestas de navidad y año nuevo es que haya más circulante y las ventas sean mayores que las del año pasado cuando solo registraron pérdidas producto de la crisis poselectoral.
“Nosotros pensamos que este año será mejor que el año pasado, las tiendas ya ofrecen los productos de la temporada, esperemos que no haya nada extraordinario que opaque estas fiestas”, confió el dirigente.
Indicó que el movimiento empezó a sentirse desde este fin de semana ya que muchas personas hacen compras anticipadas porque viajan al interior del país.
Agregó que lo fuerte de las ventas ocurre después del pago del aguinaldo por lo que es en la primera quincena de diciembre que se determina si el movimiento económico será bueno o malo.
Refuerzo de la seguridad
Por su parte, el portavoz de la Secretaría de Seguridad, Jair Meza, manifestó a Proceso Digital que a través de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), se realizan operativos dedicados a proteger a la población hondureña en las principales ciudades del país, especialmente en esta temporada navideña y de fin de año cuando en el país ocurre el mayor movimiento económico porque las personas reciben ingresos extras.
La Operación “Navidad Catracha y Fin de Año Seguro”, como se le denomina a esos patrullajes, año con año está enmarcado en un plan para prevenir hechos delictivos en la temporada navideña, cuando la población recibe su aguinaldo y realiza las compras propias de la época. “Recordemos que a partir de la semana que se aproxima se inicia con el proceso de entrega del aguinaldo y se necesita que la seguridad se refuerce”, aseveró.
En ese sentido, los efectivos policiales y militares realizan operativos y patrullajes móviles y permanentes en zonas céntricas, cerca de instituciones bancarias, terminales de transporte, en centros comerciales y mercados donde hay una gran afluencia de personas.
Los capitalinos esperan que este tipo de medidas sirvan para disuadir a los “amigos de lo ajeno” y así puedan hacer sus compras en un ambiente de seguridad y tranquilidad, apuntó.
Meza sostuvo que dentro del plan hay otras estrategias que no se pueden revelar para no alertar a los antisociales.
Indicó que más de 30 mil efectivos están dando protección a la ciudadanía durante esta navidad a nivel nacional.
Crispación e incertidumbre
AlvaradoSegún el analista, Raúl Pineda Alvarado, los hondureños se aprestan a celebrar la Navidad un ambiente de mucha crispación, tensión e incertidumbre, los caos de corrupción revelados y los que están por rebelarse, le hace creer que se requiere una nueva actitud de la ciudadanía, como una rectificación en la conducción de los asuntos de Estado por parte del gobierno.
Arguyó que “hay temas como la devaluación de la moneda, el costo de la canasta básica, el desempleo, tienen como detonante los actos de corrupción que podrían derivar en acciones violentas porque de repente no se están haciendo los cambios que demanda la sociedad, la solución no está en el cambio de un gobierno, sino una rectificación al más alto nivel”.
Fracaso del diálogo
El Diálogo Político no funcionó porque se perdió fuerza en la manifestación ciudadana, es aquí donde el Congreso Nacional debe cumplir un rol más protagónico, debatir una nueva agenda, que no puede centrarse en un tema electoral, sino también en los problemas socioeconómicos, como la falta de seguridad, manifestaciones callejeras y de salud, apuntó el analista.
Según Pineda, “no es posible que en este ambiente crispado y de incertidumbre, que el gobierno no pueda trabajar con normalidad, además se aleja la inversión, la imagen del país se deteriora mucho más de lo que ha estado. Es por eso que necesitamos una rectificación de la súper estructura del poder y por supuesto una nueva actitud ciudadana. Hay inconformidad social por la grave situación económica del país, eso no lo podemos negar”.
Tenue convocatoria a la insurrección
“Si bien es cierto, el expresidente Manuel Zelaya ha venido insistiendo en los llamados a la insurrección, pero él ya perdió la capacidad de convocatoria que tuvo en algún momento, las manifestaciones en las que él hacia el llamado eran enérgicas”, aseveró Pineda.
Para el analista “hay que atacar las causas, no se puede vencer un problema que no se conoce, pero en Honduras sí sabemos lo que está pasando, la corrupción, vamos de fracaso en fracaso, el pueblo ha perdido la esperanza y ha dejado de creer en la clase política”.
Recomendó que es necesario demandar a la clase gobernante mejores resultados, ya que Honduras merece más y mejores oportunidades, ya que en la medida que se tomen mejores decisiones, en ese contexto se darán cambios que vendrán a mejorar las condiciones de una población que anhela resultados económicos y sociales.