Miami – Una treintena de personas se manifestó este lunes a las afueras de un centro de detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) cerca de Miami (EE.UU.) para pedir el fin de los abusos y la liberación de todos los detenidos y que la Administración Biden cumpla con sus promesas migratorias.
Con pancartas en las que se leían mensajes como «Sin odio no hay miedo» los manifestantes hablaron a la prensa antes de recorrer con una caravana de automóviles los alrededores del centro, situado en Plantation, al norte de Miami.
«No queremos seguir con la política migratoria de la era de Trump, exigimos a la administración Biden que cumpla sus promesas en el tema migratorio», subrayaron los portavoces de los manifestantes.
El presidente Joseph Biden, que aún no ha cumplido 100 días en el cargo, no ha podido cambiar todas las medidas para frenar la inmigración y las peticiones de asilo que estableció su antecesor en la Casa Blanca, el republicano Donald Trump.
El expresidente y sus seguidores critican a Biden por lo que sí ha cambiado, y las organizaciones proinmigrantes por no haber desmantelado totalmente la estructura de Trump.
Hoy mismo, los congresistas republicanos María Elvira Salazar y Mario Díaz-Balart afirmaron en Miami que la «política irresponsable» del Gobierno federal en la frontera con México convierte al presidente Joseph Biden en «socio de facto» de los carteles del tráfico de drogas, armas y personas.
La manifestación en Plantation fue convocada por United We Dream, Immigrant Action Alliance, Florida Immigrant Coalition (FLIC), Southern Poverty Law Center (SPLC) y Family Action Network Movement (FANM) como parte de la campaña «Ojos sobre ICE», para presentar testimonios de detenidos víctimas de «crueldad, corrupción y sufrimiento».
Desde mayo de 2020, con Trump todavía en el poder, se ha producido un aumento lineal de la llegada de inmigrantes y solicitantes de asilo a la frontera con México, tendencia que se ha incrementado notablemente desde que Biden llegó a la Casa Blanca, debido a la percepción de estos extranjeros de que será más fácil entrar al país con el demócrata en el poder.
En marzo pasado, la llegada de inmigrantes y solicitantes de asilo que cruzaron la frontera superó las 172.000 personas, el mayor nivel mensual en 20 años, al aumentar un 71 % respecto a febrero y 5 veces más que en el mismo mes de 2020.