Guatemala.- Unos 250 futbolistas de Guatemala anunciaron hoy que irán a paro y no jugarán la décima fecha del torneo Apertura 2018 de la Liga Nacional de Fútbol de este fin de semana, ni acatarán convocatorias nacionales con el fin de conseguir contratos justos y sanciones rigurosas contra el racismo.
El presidente de la Asociación de Futbolistas de Guatemala, Carlos Figueroa, explicó que la adopción de medida, discutida en la reunión del Sindicato de Futbolistas Profesionales, fue «unánime».
El objetivo, continuó, es que los clubes y la Federación Nacional cumplan con los contratos establecidos entre los jugadores y los equipos, que impongan más sanciones contra el racismo, y revisar la sanción de seis meses impuesta al futbolista del Antigua, Freddy Thompson.
«El fútbol es vida y es dignidad. El futbolista en Guatemala nunca había levantado la cabeza. Hoy estamos diciendo ya basta. Esto que pasó sucedió en un fin de semana, pero sucede todos los meses», sostuvo Figueroa.
Indicó que los jugadores unidos no estaban pidiendo «privilegios», sino «lo justo y equitativo», pero que «en muchos años no hemos podido conseguir reglas justas y eso es lo que buscamos».
Según Figueroa, la Comisión Normalizadora de la Federación impuesta por la FIFA para regularizar el ente de fútbol local «no aceptó hacer los cambios en la presente temporada», y afirmó que desde el pasado 21 de junio «les expusimos a detalle y no quisieron escuchar porque dijeron que estaba muy cerca el nuevo campeonato».
Dijo que buscarán que se revise la sanción impuesta a Thompson para «rebajarla o anularla», pues aunque reconocen que «hubo una conducta inapropiada en sus declaraciones, seis meses es exagerado».
El pasado 5 de septiembre, el Órgano Disciplinario de la Liga Nacional suspendió por seis meses y una multa de 10.000 dólares a Thompson, quien llamó «mafiosos» a los dirigentes del fútbol nacional el pasado 22 de agosto, tras la eliminación de la Liga de Campeones de Concacaf de Antigua a manos del campeón de liga Guastatoya.
Figueroa resaltó que la sanción a Thompson es «desproporcionada», ya que a los clubes no los miden de la misma forma, pues «el último fin de semana Marvin Ávila fue insultado por los aficionados por su color de piel y solo hubo multa económica a los equipos».
Los futbolistas, entre los que se encuentra José Manuel Morales, el hijo del presidente de la República, Jimmy Morales, han entrado a paro «por algo justo, que vale la pena, porque se trata de nuestra dignidad».
«No queremos más dinero, sino justicia y que nos paguen a tiempo. Queremos salud, seguridad y poderle dar un buen regalo de navidad a nuestros hijos», detalló Figueroa.
Los futbolistas buscarán la aprobación del estatuto del jugador para que éste entre en vigor en la temporada 2019-2020, además de que quede sin efecto las terminaciones de contratos y despidos de jugadores que participen en el paro, como ya «ha comenzado a ocurrir», asintió el presidente de la Asociación.
Además, cuando lleguen a los acuerdos, Figueroa dijo que se debería jugar la Liga Nacional «a partir de la décima fecha», que es la que debía jugarse este fin de semana.
Este viernes a primera hora, los doce clubes de la Liga denunciaron que «personas ajenas» al balompié «están manipulando» a sus jugadores para entrar en el paro, según un comunicado publicado con el aval de la Federación Nacional de Fútbol -supeditada al Comité de la FIFA-.
Advirtieron que los jugadores incurrirían en una «grave falta de incumplimiento de contrato y ocasionarían pérdidas económicas y deportivas significativas» a los clubes si no se presentan a los partidos.
Los clubes amenazaron en su comunicado con tomar acciones en el ámbito deportivo y judicial para deducir responsabilidad a quienes provoquen y sean partícipes de este movimiento.
Este sábado estaban programados los partidos entre Siquinalá-Municipal, Comunicaciones-Petapa y Xelajú-Iztapa y el domingo Sanarate-Antigua, Malacateco-Cobán Imperial y Chiantla-Guastatoya.