Tegucigalpa – “Existen países que ya prácticamente están terminado de vacunar a las personas que se iban a vacunar, y esos países están a punto de ver un vencimiento de las vacunas que compraron. No se van a sentir bien ustedes que esas vacunas se venzan y que no ayuden a salvar la vida de otro ser humano, nosotros estamos dispuestos a comprarlas”, fueron las palabras en una reciente comparecencia de prensa del presidente de Honduras Juan Orlando Hernández.
– Hondureños peregrinan por el mundo en busca de la vacuna que mientras es escasa en el país centroamericano, otros países como Estados Unidos la ofrece a propios y extraños con los mínimos requisitos.
– Una tardía gestión mantiene a Honduras en lista de espera para poder optar a comprar la vacuna una vez que las casas farmacéuticas cumplan con la demanda mundial.
Las declaraciones del mandatario hondureño retratan la desesperación de este país centroamericano, último en la región en el proceso de inoculación contra el coronavirus SARS-CoV-2, por adquirir las vacunas antiCovid.
Aunque el presidente hondureño argumenta que los países ricos acapararon la vacuna, países en vías de desarrollo como El Salvador, Guatemala e incluso Nicaragua han logrado una mejor gestión en el proceso de adquisición de las vacunas que ofrecen las distintas farmacéuticas mundiales.
Por primera vez, el tema económico no es el problema, Honduras cuenta con los recursos para la compra de vacunas, pero la demanda actual coloca al país en una lista de espera.
La tardía actuación de parte de las autoridades hondureñas lleva al país hoy en una acción de desesperación a ofertar por vacunas próximas a vencer.
“Si no pueden donarlas, no hay problema, nosotros tenemos el dinero para comprarlas”
acentuó al respecto el presidente Juan Orlando Hernández, quien cumple su segundo periodo presidencial el próximo 27 de enero de 2022.
14 meses de pandemia
El pasado martes, Honduras cumplió 14 meses de pandemia, desde que confirmaron los dos primeros casos de la COVID-19 el 11 de marzo de 2020.
En promedio, el país centroamericano registra 13 decesos por cada día de pandemia, según estadísticas oficiales que cifran en 5 mil 898 decesos desde que en el país en marzo del año pasado se decretara la emergencia por la pandemia.
Datos que son refutados por las funerarias hondureñas quienes más del doble de los casos de decesos oficiales con un promedio de 30 fallecidos por día.
Sin embargo, los datos oficiales no dejan de ser alarmantes ya que la tendencia desde el inicio de la pandemia es hacia la alza, con mayor incidencia en el presente año.
Las muertes sólo en 2021 suman un total de dos mil 664 a nivel nacional; los contagios en lo que va del año, ascienden a 98 mil 365.
De forma global Honduras acumula 223 mil 922 casos positivos de la COVID-19 y 5 mil 898 decesos a causa de la enfermedad.
Honduras, último en proceso de inoculación
Desde febrero pasado en el país se han aplicado alrededor de 55 mil dosis de varias vacunas entre trabajadores de la salud y miembros de organismos de socorro.
El país, con 9,5 millones de habitantes, ha recibido 237 mil 600 dosis de vacunas AstraZeneca, bajo el mecanismo Covax que impulsa la Organización Mundial de la Salud (OMS), 6 mil de la rusa Sputnik V y 5 mil de Moderna, las últimas donadas por Israel.
Honduras está a la cola de la lista con menos del uno por ciento del total de su población totalmente inoculada contra el virus.
La lista de vacunación liderada por El Salvador con 1.3 millones de dosis ya recibidas, lo que le permite inocular al 10 % de su población.
En esta lista Costa Rica ocupa el segundo lugar con un poco más de un millón de dosis recibidas, que le permitirá inocular al 10 % de su población.
Continúa la lista Panamá con 688 mil 990 dosis recibidas para vacunar al 8 % de su población y Guatemala con 286 mil 600 dosis recibidas, lo que le permitirá vacunar al 0.8 % de su población.
Un día cuenta
Pese a que el país está a la zaga de la vacunación se da el lujo de suspender el proceso durante el fin de semana ya que el personal de la Secretaría de Salud (Sesal) solo trabaja en un horario de lunes a viernes.
Este es el caso Ojojona, municipio de Francisco Morazán, que se ubica a 32 kilómetros de la capital, que aunque recibió las vacunas de la farmacéutica AstraZeneca donadas por el gobierno de El Salvador, colocó en pausa el proceso de inoculación ya que el personal de salud solo trabaja de lunes a viernes.
Así lo informó este viernes el alcalde de dicho municipio, José Armando García, quien expresó su voluntad de iniciar de inmediato con la vacunación, pero aceptó que la misma depende del personal de salud que solo labora de lunes a viernes.
“El personal de la Secretaría de Salud solo abre la clínica (centro de salud) hasta el viernes y el sábado no se atiende a nadie”, expresó el edil a periodistas.
Este horario siempre ha sido así y a veces peleamos porque vengan médicos porque en ocasiones ni médicos vienen, lamentó.
“La comunidad debería tener atención sábado y domingo, porque la enfermedad es todos los días”, recriminó el edil quien recientemente viajó a El Salvador en compañía de seis alcaldes más quienes solicitaron ayuda al presidente Nayib Bukele quien respondió con una donación de 34 mil dosis.
Peregrinación por vacunas
De la angustia por la espera de la llegada de las vacunas, los hondureños pasaron a la acción y diversas instituciones y personas peregrinan por el mundo en busca de las vacunas.
Las movilizaciones por las vacunas han llevado a los hondureños a Israel, Rusia, Estados Unidos, El Salvador, Chile y ahora China, donde la asociación de municipios e incluso el gobierno, apuestan ahora por lograr los ansiados inoculantes.
Entre tanto, varios miles han optado personalmente por desplazarse a Estados Unidos a aplicarse la vacuna, ya que en dicho país pueden optar por las dosis necesarias para protegerse del COVID-19, una práctica en la que se han apuntado ciudadanos de diversos países de Latinoamérica, donde existen dificultades para inmunizarse.
Nueva York, uno de los polos turísticos de Estados Unidos, es el mejor ejemplo de cómo las vacunas contra la COVID-19 se están convirtiendo en un reclamo para los visitantes de países en los que el acceso aún es difícil, y sus autoridades han enviado un mensaje claro: “Nos aseguraremos de que se vacunan mientras se quedan con nosotros”.
Lo anterior ha llevado a que ocurra una verdadera peregrinación de hondureños hacia el país del norte a inocularse.