Tucson (AZ) – Emilio Bustamante, un maestro latino de matemáticas de Tucson (Arizona) que fue desahuciado en plena clase virtual y se vio forzado el año pasado a vivir en la calle y enseñar desde su auto debido a la pandemia de la covid-19, falleció, informaron fuentes de su familia.
Bustamante, quien él mismo sobrevivió el mortal virus de la covid-19, murió el pasado 4 de julio cuando se disponía a celebrar junto a su familia el Día de la Independencia.
«El nunca fue el mismo, después de padecer covid-19 siempre decía que algo no estaba bien, que algo estaba mal con él», dijo Carolina Martínez, esposa del profesor en las redes sociales, en la pagina de la plataforma de micromecenazgo GoFundme que estableció la familia para recaudar fondos para poder costear el funeral.
En la misma página alumnos del profesor se han volcado dejando mensajes de condolencias a la familia de «Mr B», como le llamaban y a quien calificaron como un ‘excelente ser humano» y «un gran mentor que siempre los motivo a seguir adelante».
Como muchos otros maestros a través del país, Bustamante fue víctima de los serios problemas económicos que trajo consigo la pandemia de la covid-19.
En septiembre del 2020, se encontraba dando clases de matemáticas de forma virtual a sus alumnos cuando tocaron a su puerta. Eran las autoridades, que le ordenaron dejar de inmediato su departamento, un juez había firmado una orden de desalojo en su contra por tener varios meses de renta atrasados.
«Traté de que mis estudiantes no se dieran cuenta de lo que estaba pasando, les asigne trabajo, cerré la sesión y como pude, saque la mayor cantidad de mis pertenencias y lo que pude lo subí a mi auto», relató en ese momento Bustamante a Efe.
La familia nunca había enfrentado este tipo de problemas hasta que por la pandemia de la covid-19 vieron reducido drásticamente sus ingresos.
El maestro de escuela primaria se vio forzado a dar sus clases desde su auto en un estacionamiento de Walmart en Tucson, para después rentar un cuarto de hotel, mientras su esposa y su hija vivían con familiares.
Martínez no sabe si su muerte esté relacionada con todo el estrés que vivió tras ser desalojado, aunque en los últimos meses, la vida le había sonreído a la familia, finalmente tenían un nuevo hogar y para festejar decidieron rentar un cuarto de hotel para ver los fuegos artificiales del 4 de Julio.
Su esposa salió a por su hija al trabajo para disfrutar del espectáculo todos juntos, pero al regresar lo encontró sin vida.
El maestro, de 48 años, aparentemente falleció de un paro cardiaco, pero la familia solicitó una autopsia.