Naciones Unidas – El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, denunció hoy ante Naciones Unidas la «crueldad» con la que están siendo tratados los migrantes, incluidos los hondureños, y los abusos de los que son víctimas.
En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, Hernández defendió que «la migración es un derecho humano» y que los migrantes han contribuido a lo largo de la historia a los países que los han recibido.
«Honduras y la región centroamericana no somos la excepción. Desafortunadamente, en tiempos recientes el mundo entero ha sido testigo de la crueldad con la que se ha tratado a los migrantes, entre ellos mis compatriotas», insistió.
El presidente hondureño llamó la atención sobre «las condiciones infrahumanas» en las que esos migrantes «se encuentran recluidos en centros de detención, atropellando su dignidad».
Además, recordó que son «víctimas de todo tipo de abusos y violaciones» en la ruta que va desde Suramérica, pasando por Centroamérica, hasta Estados Unidos.
Hernández se refirió en concreto a la situación en EE.UU., recordando que los hondureños siguen «a la espera a la reunificación familiar de 120 niños separados, privados de un derecho tan básico y tan fundamental para su desarrollo como es la unidad familiar».
«Los países miembros de esta Asamblea no pueden olvidar nunca el compromiso al respeto universal y efectivo de los derechos y libertades fundamentales del hombre donde debe prevalecer el interés superior del niño», insistió.
El presidente hondureño pidió también cooperación para la lucha contra las bandas criminales y maras y llamó la atención sobre el problema del narcotráfico.
Además, blandiendo un billete de cinco dólares, demandó un comercio más justo, denunciando el poco dinero que reciben los productores de café de su país con respecto al precio con el que el producto se vende al consumidor en el extranjero.