Murcia (España) – ‘Macho’ Figueroa, histórico futbolista del Real Murcia español, ya tiene su puerta en el estadio Enrique Roca, la 9, el número que lució en su camiseta el internacional hondureño durante la década de los 80 del siglo pasado.
José Roberto Figueroa Padilla, apodado El Macho, falleció a finales de mayo de 2020 con 61 años de un infarto en la ciudad estadounidense de San Francisco, donde residía, y diez meses después el club le rinde este tributo tras ser aprobado por el consejo de administración de este club que ahora milita en la Segunda División B española, semanas después del fallecimiento.
«Es importante tener presente la historia. Queremos continuar recordando a grandes jugadores como Roberto Figueroa. Nuestra historia es gloriosa y tenemos que recordarla, demos un aplauso a Roberto -Macho- Figueroa que se escuche hasta en Honduras», ha apuntado el presidente de la entidad, Francisco Tornel.
Figueroa, quien llegó al Murcia desde el Deportivo Vida de su país en 1982 tras participar con la selección hondureña, de la que era la principal figura, en el Mundial de España de ese año, y estuvo en la capital del Segura hasta 1986.
En esas cuatro campañas se ganó el respeto, la admiración y el corazón de los murcianistas a base de goles, claves para ascender a Primera en 1986.
En cada una de sus dos campañas en la elite marcó 11 tantos para completar 22 goles en la máxima categoría, y sigue siendo todavía el pichichi grana en ella.
Formó una delantera de calidad, seguramente la mejor que haya tenido la entidad a lo largo de su centenaria historia, junto a Manolo Sánchez Delgado y el argentino Horacio Moyano.
Entre 1986 a 1988 perteneció al Hércules, de Alicante, y después de seis años en España regresó a Honduras y se retiró en 1990 tras jugar en el Motagua y en el Victoria de su país y también en el Cartaginés, de Costa Rica.
Una vez que colgó las botas, trabajó como pintor de casas en Estados Unidos y en 2006 volvió a la que fue su casa para recibir un merecido homenaje junto a otros futbolistas históricos de la institución.