Washington – El comisionado de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. (CBP, en sus siglas en inglés), Kevin McAleenan, aseguró hoy que los agentes de ese cuerpo migratorio hicieron todo lo posible para evitar la muerte de los dos niños guatemaltecos que fallecieron bajo su custodia en diciembre.
«Nuestros agentes hicieron todo lo posible para salvarles la vida tan pronto los niños empezaron a manifestar síntomas de sus enfermedades», señaló McAleenan en una entrevista en el programa «This Week» de la cadena de televisión estadounidense ABC.
McAleenan hizo esta afirmación después de que en el día de Nochebuena un niño guatemalteco de ocho años muriese en un hospital del estado de Nuevo México (EE.UU.) tras haber estado bajo la custodia de la policía fronteriza durante más de una semana.
Este fue el segundo niño que muere en las últimas semanas bajo custodia de las autoridades, ya que el 8 de diciembre la guatemalteca Jakelin Caal Maquín, de 7 años, falleció en un hospital de El Paso (Texas, EE.UU.) tras haber cruzado ilegalmente la frontera desde México junto a su padre.
En este sentido, McAleenan señaló que los fallecimientos de los dos niños guatemaltecos fueron «absolutamente devastadores» para el cuerpo de agentes fronterizos.
«Hacía más de una década que un niño no moría en cualquier parte de nuestros procesos», indicó el comisionado de la CBP.
Para evitar que estas tragedias se repitan, McAleenan explicó que él y la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, han ordenado a los funcionarios de la frontera que realicen controles médicos a todos los menores de 18 años que ingresen en el proceso migratorio y a los que están ya bajo custodia federal.
«También estamos tratando de cambiar el sistema para que tengamos la capacidad, ya sea con médicos o asistentes médicos, para realizar un control de admisión inicial para que sepamos si un niño está sano cuando llega a la frontera», argumentó el funcionario.
Esta semana, Nielsen atribuyó los fallecimientos al incremento de las detenciones en la frontera y al hecho de que cada vez más inmigrantes llegan enfermos.
Según la funcionaria, en los últimos dos meses la Patrulla Fronteriza ha detenido a 139.817 inmigrantes indocumentados en la frontera con México, un 86 % más que los 74.946 interceptados en el mismo período del año pasado.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, culpó ayer de las muertes a los miembros del Partido Demócrata.
«Cualquier muerte de niños u otras personas en la frontera es estrictamente culpa de los demócratas y sus patéticas políticas de inmigración que permiten a las personas hacer un largo viaje pensando que pueden entrar ilegalmente en nuestro país», dijo Trump en Twitter este sábado.