Ciudad de México – México conmemora este domingo el Día Mundial del Refugiado con un récord de peticiones de asilo al superar en solo cinco meses a todo 2020 y en condiciones muy inciertas para los casi 80.000 migrantes que esperan una solución en el país.
La Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) del Gobierno ha registrado 41.195 solicitudes de enero a mayo de 2021, por lo que ya rebasan las 41.179 totales del año pasado, cuando la pandemia afectó la migración, aunque también son 68 % más que las 24.551 de los primeros cinco meses de 2019.
De hecho, la Comar ha contabilizado este año tres récords mensuales consecutivos, con 9.095 peticiones en marzo, 9.209 en abril y 9.327 en mayo.
“México está convirtiéndose en un país cada vez más de acogida, donde estamos viendo cifras que van a superar el récord histórico de 80.000 refugiados”, explicó en entrevista con Efe Marcos Tamariz, jefe de misión adjunto de Médicos Sin Fronteras (MSF) en México, Honduras y Guatemala.
CIFRAS SIN PRECEDENTES
Al cierre de 2020, había 78.600 refugiados y solicitantes de asilo de Honduras, Guatemala y El Salvador en México, informó el reporte de «Tendencias globales de desplazamiento forzado» publicado este fin de semana por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Esto significa que un 14 % de los casi 550.000 desplazados del Triángulo Norte de Centroamérica en 2020 escogieron a México.
«Aunque el destino previsto de las personas que se desplazan desde esos tres países sigue siendo, en general, los Estados Unidos, cada vez más se instalan en México y un número mucho menor se dirige al sur, a Costa Rica y Panamá», detalla el informe de Acnur.
La Comar ha notificado que personas de más de 78 nacionalidades distintas han pedido asilo en México, pero que el 90 % proviene solo de seis países: Honduras, El Salvador, Guatemala, Venezuela, Cuba y Haití.
DEL DISCURSO A LA REALIDAD
El Gobierno mexicano ha ofrecido apoyar una «migración ordenada, segura y regular» con la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de «atender las causas».
Pero el Instituto Nacional de Migración (INM) ha detenido a 90.850 migrantes indocumentados en lo que va de año, de los que ha deportado a casi la mitad, 42.067, según su último reporte del 6 de junio.
Los peticionarios de asilo «muchas veces se encuentran en situaciones incluso de reclusión» en albergues precarios, centros de detención migratoria o campamentos improvisados, apuntó Tamariz.
“Muchas veces sus derechos son ignorados, incluso el derecho de movimiento es prohibido porque cuando son detenidos es difícil que tengan la oportunidad de desplazarse”, señaló el defensor.
El Gobierno mexicano ha desplegado a 12.000 agentes, entre militares y funcionarios, para controlar el flujo migratorio, por lo que los migrantes han cambiado sus rutas a otras más inseguras.
“Se nos olvida muchas veces que el sufrimiento no es solo una cuestión del país de origen de donde huyen, sino que hay una tendencia en la búsqueda del asilo en donde muchas veces la ruta llega a ser más violenta que el país de origen”, opinó Tamariz.
REZAGO Y HUMANIDAD
A pesar del aumento, la Comar solo ha resuelto poco más de 13.000 peticiones este año, de las que un 73 % han sido positivas.
“La gran deficiencia y retraso que tiene la Comar es sobre todo porque no tienen los recursos suficientes para dar respuestas a todas estas solicitudes”, comentó a Efe Alejandra Macías, directora de la asociación Asylum Access México.
La especialista sugirió fortalecer con presupuesto y personal a la Comar, que ahora depende en gran parte de organismos internacionales como Acnur y asociaciones civiles.
Aun así, detalló Macías, el incremento de solicitudes se explica por la incertidumbre política de Estados Unidos y porque México tiene una legislación más favorable para las personas refugiadas.
“El incremento en México creo que tiene que ver con las restricciones que hay en Estados Unidos para solicitar la condición de refugiado. Hay muchas más posibilidades de que una persona sea reconocida como refugiada en México», sostuvo.
Independientemente del destino y el marco legal, el representante de MSF pidió aprovechar el Día Mundial del Refugiado para reflexionar.
“Lo único que se debería ofrecer es un poquito más de humanidad y ese es el corazón del mensaje para este año, recordar que en estos momentos de particulares desafíos para el mundo entero, hay que brindar humanidad a los más vulnerables”, concluyó Tamariz.