Tegucigalpa – (Especiales Proceso Digital por Lilian Bonilla) – A muy pocos días de que arranque el periodo de siembra para cultivos básicos como frijol, arroz y maíz, los productores, lejos de estar entusiasmados por ver florecer sus labrantíos están atormentados, al grado de no saber si van a sembrar, debido a los altos costos de producción.
– Sembrar o no sembrar, disyuntiva que atormenta a productores, por altos precios de producción.
– Actores políticos como el edil de SPS, Roberto Contreras, vaticinó una hambruna en el país en caso que no se tomen las medidas ahora mismo; mientras su homólogo Erick Mejía declaró crisis alimentaria en Texiguat.
Son muchos los motivos que los desalientan para emprender la tarea de producir, expusieron productores consultados por Proceso Digital, y es que los incentivos son pocos o nulos, y se declaran en crisis, lo que es un verdadero riesgo para la seguridad alimentaria del pueblo hondureño.
Pero el desaliento va más allá de un simple pesimismo, porque es una verdadera crisis, la situación es terrible, sin el ánimo de alarmar, la realidad es que está en juego la tortilla, los frijoles y el arroz del hondureño planteó de entrada el vicepresidente de la Asociación Nacional de Productores de Granos Básicos (Prograno), Juan Valladares.
“Los productores estamos desmotivados, estamos a punto de decidir no sembrar, porque lógicamente nadie siembra para no ganar o para perder; estamos a pocos días de la siembra de primera, y lo que hay es una incertidumbre total”, dijo Valladares en entrevista con Proceso Digital.
Lo anterior según lo plantea el productor no es nuevo porque la crisis de los productores viene de décadas, sin embargo, actualmente esta se ha agudizado drásticamente tanto por factores externos como internos.
Hambruna sin precedentes
La escasez de granos básicos que se aproxima en el país provocará una hambruna sin precedentes, si el Gobierno Central y corporaciones municipales no toman las medidas pertinentes, auguró el alcalde de San Pedro Sula, Roberto Contreras.
“Estoy plenamente seguro que viene una hambruna sobre nuestro país una escasez de granos básicos de proporciones apocalípticas”, dijo el edil sampedrano.
En ese sentido, pidió al Gobierno que tome medidas urgentes, como por ejemplo las adoptadas en El Salvador, donde ya se declaró que los granos básicos queden exentos de impuestos, exentos de registros fitosanitarios a fin de que se puedan llenar de producto todas las bodegas y los silos.
Para junio y julio se espera que las consecuencias por la guerra de Rusia y Ucrania, serán más severas y eso sumado a la falta de producción habrá “una escasez de granos básicos exagerada y esto va a traer hambruna a nuestro país”, reiteró.
Seguidamente, el edil anotó que será preciso que el Gobierno autorice a los municipios, sobre todo a los más pequeños y golpeados por el cambio climático, que puedan endeudarse en alguna medida para poder comprar granos básicos y mantener una reserva, a fin de que los pueblos no sufran del hambre que se cierne sobre toda Centroamérica.
Agobiados
Entre esos factores que más agobian al sector, el productor Valladares mencionó la afectación del cambio climático, ya que Honduras es el país más vulnerable y los cultivos se ven constantemente afectados por la sequía o por las inundaciones.
Lo otro es la falta de créditos, producto del endeudamiento en el que han caído los agricultores producto de las pérdidas ocasionadas por los fenómenos de la naturaleza.
Además, enumeró la falta de infraestructura de riego, falta de capacitación y tecnología, así como la carencia de políticas públicas que realmente empujen la producción en el campo. Y por supuesto los altos costos de producción que en la actualidad es el punto que los tiene más agobiados.
En los mismos términos se pronunció la doctora, Johana Zelaya, dirigente de la Federación Nacional Agrícola de Honduras (Fenagroh), quien, al ser consultada por Proceso Digital, dijo que “no tenemos acceso a ningún crédito como productores, porque la mayoría se endeudaron con Banadesa y no han podido salir a flote porque en eso vino Eta e Iota (…) y ahora están en la central de riesgo, sin acceso a ningún banco que les preste”.
La productora del rubro de arroz, anotó que otro punto que les afecta es la falta de convenios que se cumplan en cuanto a la garantía de precio para la venta de sus productos.
Zelaya, quien también es economista, dijo que, aunque actualmente están terminando la cosecha de arroz en la zona noratlántica, hay mucha preocupación porque en mayo inicia la próxima siembra en otras zonas y el costo de producción está tan alto que los productores están pensando en abstenerse de cultivar.
Fertilizantes y otros insumos en las nubes
La preocupación por los costos de producción, no podía estar más justificada, ya que la inversión en la producción solo en fertilizantes y abonos se estima en 35 %, y estos costos ya se habían disparado hasta en un 300 %, antes del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y ahora la tendencia al alza es más alta.
Así lo confirmó a Proceso Digital el director ejecutivo de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh), Guillermo Cerritos, quien mencionó que para hacerse una idea el saco de Urea de 43 kilos, equivalente a 95 libras, el año pasado se compraba a 450 lempiras y hoy día cuesta 1,250 lempiras. Y si se habla de la tonelada métrica de la Urea el costo anterior era de 350 dólares y actualmente es de 1,100 dólares.
En ese sentido, hay mucha preocupación porque, aunque las empresas importadoras, han garantizado abastecimiento para las siembras de primera, el costo es a un 300 %, pero lo peor es que ese precio se quedará corto para las próximas importaciones, porque con la guerra además de precios altos hay poca oferta.
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Rusia mayor proveedor
La limitada oferta se debe a que Rusia es el mayor proveedor de fertilizante y ha parado sus exportaciones con las sanciones impuestas por la guerra.
El ingeniero Cerritos detalló que de acuerdo a las estadísticas en el 2021, Rusia fue proveedor de fertilizantes en un 60 %, Estados Unidos en un 14 %, Canadá en 6 %; China en un 6 % y otros proveedores el 14 %.
Mientras en el 2020, el 45 % de los fertilizantes provino de Rusia, entre los cuales el 75 % corresponde a la Urea, el 92 % del Nitrato de amonio y 46 % Cloruro de Potasio, “situación que sin lugar a dudas va impactar a los productores agropecuarios hondureños”, agregó.
En el 2020 se importaron fertilizantes 578 mil 808 toneladas métricas con un valor de 162 millones de dólares y a septiembre de 2021 426 mil 215 TM con un valor de 173.5 millones de dólares.
Por su parte, Juan Valladares, detalló, que el encarecimiento es total en todos los insumos agrícolas como pesticidas, insecticidas, fungicidas y herbicidas y no solo en los fertilizantes, y los incrementos sobrepasan el 100 % en algunos hasta llegar al 300 %.
Ya ni en sueños Honduras es un granero
Honduras es deficitario en la producción de su dieta alimentaria, pues apenas produce una mínima parte de la demanda de consumo nacional, en granos básicos y menos en otros cultivos, por ello en la actualidad solo se conoce por la historia, aquello de que el país fue conocido como granero de Centroamérica.
El productor Juan Valladares, detalló que el único grano en el que el país es autosuficiente es en la producción de frijol.
En arroz no somos autosuficientes apenas producimos un tercio de la demanda nacional, (…) “lo que es lamentable porque tenemos potencial para ser al menos autosuficientes en la dieta básica del pueblo hondureño”, manifestó.
La demanda interna de arroz equivale a 3.5 millones de quintales al año, y de eso solo se producen 1.5 millones lo que significa una importación arriba del 70 %.
Pero lo peor es que cada año baja la producción indicó la productora del rubro Johana Zelaya, quien informó a este medio que para este año se espera cosechar 850,000 quintales, una baja considerable en relación a la producción del 2021 que se cosechó 1.5 millones de quintales.
De igual forma Honduras es deficitario en la producción de maíz hay una demanda anual de 26.3 millones de quintales, de los que solo se producen 12.5 millones; lo que implica una importación arriba del 50 % de la demanda. Valladares, aclaró que, de la importación de maíz, al menos un 90 % es de maíz amarillo, destinado para el sector de la agroindustria.
Hace 3 años se sembraron 32 mil manzanas de maíz de lógica comercial, al año siguiente se sembraron 25 mil manzanas y el año pasado se sembraron apenas 20 mil manzanas a nivel nacional, cada vez se van reduciendo las áreas de producción, comparando que en los años 80 -90 se sembraban de 65 mil a 70 mil manzanas de lógica comercial, dijo el productor.
La realidad es que actualmente y desde hace varios años “somos deficientes, eso nos debe llevar a la reflexión para no poner en riesgo la seguridad alimentaria, hay que recordar que sin comida no hay vida, y sin alimento no hay sustento”, destacó Valladares.
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Triste advertencia
A la cruda realidad de deficiencia y malas proyecciones en la producción nacional, se suma la triste advertencia del riesgo inminente que tiene el país de padecer hambre.
Son varios los organismos que han advertido a través de sus estudios que la inseguridad alimentaria es casi inevitable en Honduras.
Para mencionar un ejemplo, en enero de este año, se realizó un nuevo análisis CIF en Honduras, liderado por la Unidad Técnica de Seguridad Alimentaria y Nutricional (UTSAN).
Dicha actividad fue apoyada técnicamente por el Programa de Sistemas de Información para la Resiliencia en Seguridad Alimentaria y Nutricional de la región del SICA (PROGRESAN-SICA), con más de 30 participantes de diversas instituciones como el Banco Central, Observatorio de la SAN (UNAH), Programa Mundial de Alimentos, Secretaría de Salud, OXFAM, FAO y ZAMORANO, entre otras
Ese análisis reveló que, “para el período de diciembre 2021 a febrero 2022, 2.2 millones de personas están en condición de crisis o emergencia de inseguridad alimentaria aguda. Para el período de marzo a mayo de 2022 se proyecta incremente la magnitud de la condición de crisis o emergencia a 2.4 millones de personas, y para el período de junio a agosto de 2022 ascenderá a 2.6 millones de personas, que es cuando se registrará la mayor severidad, coincidente con el período conocido como “hambre estacional”.
De igual forma, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) identificaron una situación de inseguridad alimentaria aguda que se agravará de febrero a mayo de 2022 en tres países de América Latina y el Caribe, y continuará de tomarse las medidas, estos países son: Honduras, Colombia y Haití.
Cambio Climático como detonante
Múltiples investigaciones nacionales e internacionales predicen que el cambio climático ya ha reducido y seguirá reduciendo la producción de cultivos, por lo que los efectos serán muy severos.
Para el caso un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), analiza algunos de los efectos potenciales del cambio climático sobre el sector agropecuario hondureño.
Este estudio revela que en las últimas décadas la temperatura promedio anual en Honduras se ha incrementado mientras la precipitación ha tendido a reducirse. Pero peor aún los pronósticos climáticos indican que tales tendencias se mantendrán e incluso se acentuarán en los próximos años.
-Partiendo de los niveles actuales, diversos escenarios climáticos proyectan para este país aumentos en la temperatura entre 2 ºC y cerca de 5 ºC hacia el año 2100, mientras la precipitación podría reducirse entre 15 % y 50 %. La producción agropecuaria hondureña, al ser altamente dependiente del clima, se vería fuertemente afectada-.
Para el 2022 las noticias no son halagadoras ya que no hay buen pronóstico de lluvias y la poca precipitación acumulada en 2021 debido al bajo promedio de lluvias debajo del promedio en octubre y noviembre de 2021, y la crisis derivada de la pandemia y los huracanes Eta e Iota, son los dos principales motivos de un empeoramiento de la inseguridad alimentaria en los meses por venir en Honduras, al grado que muchas familias necesitarán asistencia alimentaria.
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¿Hay alternativas ante un sombrío panorama?
Ante el difícil panorama planteado por los productores, la Fenagh señala que se deben tomar medidas de carácter urgente para minimizar impactos.
Lo primero que se pide a las autoridades es evitar cualquier forma de acaparamiento y especulación que genere una escala en los precios de los fertilizantes y otros insumos de producción.
Transparencia en la información sobre los inventarios existentes de fertilizantes, garantía de los mismos para la siembra de primera, por las empresas importadoras.
Asimismo, se pide promover la adopción de buenas prácticas agrícolas en el uso de los fertilizantes, para lograr una mayor eficiencia y costo beneficio de estos principalmente los fertilizantes nitrogenados y fosfatados; adoptar recomendaciones técnicas para optimizar la dosis y con ello reducir la presión de demanda de los fertilizantes en el país.
De igual forma, la Fenagh insta a promover la buena costumbre de realizar análisis de suelo para que en base al mismo se generen las dosis óptimas de fertilizante que requieren los diferentes cultivos, optimizar el uso de los fertilizantes químicos e impulsar el uso de subproductos orgánicos como fuentes alternativas a los fertilizantes para enfrentar una posible escasez.
Por su parte, el viceministro de Agricultura, Roy Lazo, quien se pronunció ante la crisis que vive el sector productor aseguró que ya se están buscando alternativas para ayudar a los productores.
Como parte de las estrategias, mencionó que se han iniciado pláticas con gobiernos amigos, que podrían apoyar con fertilizantes, específicamente Marruecos, qué es uno de los más grandes productores de fosfato; mineral esencial para producir fertilizante.
Otra de las propuestas que mencionó el funcionario para apoyar a los productores, es la implementación de los fertilizantes biológicos y orgánicos que ya existen en Honduras.
No obstante, los productores hacen énfasis en que la falta de políticas públicas y el poco acercamiento con las nuevas autoridades, solo empeora la situación del agro.
El sector productor sugiere canales de comunicación más abiertos con las nuevas autoridades y que se aceleren los procesos, porque el tiempo apremia y a pocos días de iniciar la siembra de primera, lo único seguro es la incertidumbre.