Tegucigalpa – El vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), monseñor Darwin Andino, insistió hoy que la nueva Corte Suprema de Justicia no debe favorecer a “los de siempre”.
La valoración anterior está en concordancia con el mensaje de los obispos que el lunes pidieron no seguir con “más de lo mismo” sobre la elección de la nueva CSJ y del Fiscal General de la República.
La elección de la nueva Corte Suprema de Justicia y del Fiscal General del Estado, constituye un punto culminante y decisivo para el futuro de Honduras. No se debe ceder a la tentación de seguir con “más de lo mismo”, manifestaron los obispos en un pronunciamiento público.
Este día el vicepresidente de la CEH reiteró este mensaje y expresó que “tiene que ser una Corte Suprema de Justicia por igual, no favoreciendo a los de siempre… se debe poner personas que tengan saber y mucho corazón”.
Reflexionó que Honduras es un país rico, pero en manos de una clase política que no ve más allá de sus intereses.
“Basta ya de pobres, Honduras es un país rico nada más que lo tienen en sus manos una clase política que no ven más allá de sus intereses”, apostilló el religioso.
Consideró que se deben buscar nuevas estructuras y eso debe ser un trabajo de todos los que aman este país.
En ese sentido, reprochó que se continúen con estructuras viejas que no funcionan.
“Tenemos que convertirnos del mal al bien, si no sucede eso seguiremos en lo mismo”, advirtió.
Agregó que la Iglesia aboga por el bien común, es decir el bien de todos y no de unos pocos.
“Honduras es de todos los hondureños”, exteriorizó al tiempo que lamentó la vida de pobreza que llevan algunos connacionales a causa de los niveles de corrupción y de malas decisiones políticas.
“Algunos funcionarios viven encerrados en una maleta y no salen a ver la realidad de nuestros hermanos”, manifestó.
Ejemplificó que no puede ser posible que en hospitales de referencia no se encuentre siquiera una aspirina para los enfermos.
Acentuó que son las grandes mayorías las que viven en pobreza en Honduras y se debe pensar en beneficiar a las grandes mayorías y no a los “grandes”.