Los Ángeles.- La ejecución de Ramiro Gonzales por un caso de asesinato que estaba programada para mañana miércoles fue suspendida por la Corte de Apelaciones Criminales de Texas debido a que la condena a muerte incluyó el testimonio errado de un experto, según medios estadounidenses.
Gonzales, de 39 años, había solicitado demorar su ejecución, entre otras, para poder donar su riñón a alguien que lo necesite.
El reo fue condenado a morir por inyección letal por el secuestro, violación y asesinato de Bridget Townsend en el condado de Medina en 2001, cuando ambos tenían 18 años de edad.
La Corte de Apelaciones consideró que la sentencia debe ser revisada después de que el psiquiatra forense Edward Gripon divulgara en mayo un reporte en el que reconoció que era incorrecto su testimonio en el juicio efectuado en 2006 en el sentido de que un agresor sexual muy probablemente reincidiría.
Para emitir una condena a muerte después de un veredicto de culpabilidad, un jurado debe determinar que un criminal probablemente reincidirá.
Desde su encarcelamiento, oficiales carcelarios han atestiguado el cambio favorable en la conducta del reo y su voluntad de hacer el bien después de los crímenes de su juventud.
Un consejero espiritual dijo que Gonzales expresó el deseo de donar un riñón a un miembro enfermo de su congregación, pero su tipo de sangre no era compatible con el del potencial receptor.
Los abogados de Gonzales solicitaron en junio al gobernador de Texas, Greg Abbott, suspender por 30 días la ejecución para encontrar otro posible receptor. El republicano no había respondido a la solicitud cuando la Corte de Apelaciones emitió su resolución.
Los abogados también habían tratado de detener la ejecución argumentando que existen numerosos estudios que proponen elevar la elegibilidad para la pena de muerte a 21 años ya que antes de esa edad la parte del cerebro que permite el control de los impulsos aún no está totalmente desarrollada.
El caso regresará ahora al condado de Medina, donde autoridades locales evaluarán en peso del testimonio de Gripon. La culpabilidad de Gonzales no está en disputa, sino sólo la condena a muerte en vez de cadena perpetua sin posibilidad de libertad bajo palabra.