Quebec (Canadá) – Tras escuchar a la gobernadora del Canadá, Mary Simon, y al primer ministro, Justin Trudeau, el papa Francisco reiteró este miércoles su petición de perdón a los indígenas del país por el mal que hizo la Iglesia católica, pero también advirtió que existen nuevas colonizaciones como la llamada cultura de la cancelación «que no tolera las diferencias».
El papa llegó hoy a Quebec, en la cuarta jornada de su visita a Canadá, para los actos más protocolarios, ya que decidió empezar el viaje en Edmonton con una ceremonia ante los representantes indígenas en la que pidió perdón por la» cooperación e indiferencia «de la Iglesia en aquellos internados donde 150,000 niños indígenas fueron arrancados de sus familias y se estima que más de 4,000 murieron por los maltratos y enfermedades.
En la ciudadela de Quebec, la increíble fortaleza que es residencia secundaria de la Gobernación general del Canadá, y tras reunirse con ambos mandatarios, reiteró el motivo de su viaje y expresó su «vergüenza y dolor» y su petición de perdón «por el mal cometido por tantos cristianos contra los pueblos indígenas».
«Pienso especialmente en las políticas de asimilación y desvinculación, que incluían el sistema de escuelas residenciales y que dañaron a muchas familias indígenas, minusvalorando su lengua, su cultura y su visión del mundo», dijo.
Las nuevas colonizaciones como la cultura de cancelación
Por otra parte, Francisco denunció también que existen nuevas colonizaciones que llamó «ideológicas» y que cambian «la vida concreta de los pueblos, imponiendo modelos culturales preestablecidos.
Y citó entonces entre ellas «la llamada cultura de la cancelación, que juzga el pasado solo en función de ciertas categorías actuales».
Para Francisco, «así se implanta una moda cultural que estandariza, que vuelve todo igual, que no tolera las diferencias y se centra únicamente en el momento presente, en las necesidades y los derechos de los individuos, descuidando a menudo los deberes hacia los más débiles y frágiles; los pobres, los emigrantes, los mayores, los enfermos, los no nacidos…».
Autoridades: Pedir perdón es un punto de partida
En su discurso, Trudeau aseguró tras las disculpas del papa que «pedir perdón no es el final del asunto, es un punto de partida, un primer paso».
Trudeau explicó que los indígenas habían pedido al papa «una disculpa por el papel que la Iglesia Católica Romana, como institución, desempeñó en el abuso espiritual, cultural, social de los niños aborígenes en los internados»
Y que el evento de esta semana en Maskwacis no habría sido posible «sin el valor y la perseverancia de los supervivientes que compartieron sus dolorosos recuerdos y experiencias directamente al propio Santo Padre».
Comentó que mantuvo una reunión con los indígenas víctimas de los internados y que «las palabras del papa «tuvieron en ellos un enorme impacto».
Para el primer ministro, «los supervivientes y sus descendientes deben estar en el centro de todo lo que hagamos juntos en el futuro».
Simon, en tanto —la primera indígena que ocupa este cargo—, aplaudió el tesón de los pueblos originarios que consiguieron que el papa viniese a Canadá para disculparse, pero añadió que «los pueblos indígenas necesitan tiempo y espacio para procesar lo que esta visita significa para ellos, y cuáles deben ser los siguientes pasos».
«Como usted indicó, Su Santidad, este es un paso importante hacia un mayor diálogo y acciones que conduzcan a una verdadera reconciliación». Y agregó: «Esperamos escuchar más sobre las futuras acciones de la iglesia para continuar con este trabajo esencial».
Francisco, que se ha movido todos estos días en silla de ruedas por sus problemas en la rodilla, quiso, sin embargo, concluir la jornada con un recorrido de más de 45 minutos por Quebec, ciudad con el mayor número de católicos del país y cuyos habitantes se congregaron en las calles para saludarle.