Guatemala – El cuerpo del niño guatemalteco Felipe Gómez Alonzo, quien falleció en Nochebuena bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza estadounidense, aterrizó este viernes en Guatemala.
Una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores confirmó a Efe que el vuelo comercial que trasladó los restos del pequeño aterrizó en el aeropuerto internacional La Aurora a las 19.53 hora local (1.53 GMT) y en una media hora pasará por el sistema de aduanas.
Felipe Gómez Alonzo, de 8 años, era oriundo de la aldea Yalambojoch (a unos 410 kilómetros de la capital), en el municipio de Nentón, ubicado en el departamento noroccidental de Huehuetenango.
Hacia esa remota aldea, fronteriza con México, viajarán esta noche los restos del pequeño para recibir el último adiós de su familia el próximo domingo.
Junto a su padre, Agustín (de 47 años), el menor fue detenido el pasado 18 de diciembre en El Paso, Texas, pero ambos habían sido trasladados a la estación migratoria de la Patrulla Fronteriza en Alamogordo.
Según el reporte de las autoridades estadounidenses, Felipe Gómez padecía supuestamente de una fiebre y un resfriado común, por lo que fue ingresado al centro asistencial la tarde del 24 de diciembre, de donde fue dado de alta 90 minutos después bajo receta médica.
Sin embargo, fue ingresado nuevamente por la noche al hospital donde falleció minutos antes de finalizar la Nochebuena.
Tres días después del fallecimiento de Felipe Gómez, la segunda muerte de un menor migrante guatemalteco en poder de la Patrulla Fronteriza en menos de un mes, la Cancillería de Guatemala solicitó a EE.UU. que investigara el deceso.
Pero hasta el momento se desconocen los resultados de esa investigación, igual que los de la niña de 7 años Jakelin Caal Maquín, quien fue enterrada el día de Navidad en la recóndita comunidad de San Antonio Secortéz, en el norte de Guatemala.
Miles de guatemaltecos recurren cada año a la migración irregular para buscar fuera de su país mejores oportunidades y huir de la violencia que ahoga al Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras), una de las zonas más violentas y pobres del mundo. EFE