Madrid – En su séptimo día de huelga, los taxistas de Madrid acamparon hoy en una de las principales arterias de la capital para continuar sus protestas por la regulación de los vehículos de transporte con conductor (VTC), como Uber o Cabify.
Los taxistas colapsaron el Paseo de la Castellana, que cruza Madrid de norte a sur y por el que diariamente circulan miles de vehículos.
La semana pasada el epicentro de sus reivindicaciones fue el recinto ferial de la capital española, en coincidencia con la celebración allí de la Feria Internacional de Turismo (Fitur) y la Semana de la Moda.
Los taxistas seguirán en huelga hasta que el Gobierno regional de Madrid retome la negociación con el sector tras varias reuniones frustradas, ya que consideran «insuficiente» el preacuerdo para regular los VTC suscrito con el Ayuntamiento de la capital.
Ese preacuerdo planteaba los límites a la precontratación de VTC, principal escollo en las conversaciones previas, en términos de espacio, y no de tiempo, como hasta entonces.
«Guerra, guerra, guerra» y «Ni un paso atrás» son algunos de los gritos coreados por los integrantes de las protestas, que hicieron un llamamiento a la no violencia, tras los altercados de días anteriores.
Además, desde el pasado viernes, ocho taxistas permanecen en huelga de hambre y todos mantienen buen estado de salud.
La denominada «guerra del taxi» comenzó el año pasado para plantar cara a la proliferación de licencias de VTC.
En Barcelona (noreste), los taxistas pusieron fin a la huelga el pasado miércoles tras alcanzar un acuerdo con el Gobierno regional de Cataluña, que aceptó imponer un tiempo mínimo de precontratación de 15 minutos para los VTC, que se ampliará a una hora en el Área Metropolitana de la capital catalana.
Hoy muchos de ellos viajaron a Madrid para apoyar a sus compañeros junto a los de otras ciudades de España.