Washington – El presidente de EE.UU., Donald Trump, denunció este domingo, sin citar pruebas, que el número de indocumentados en su país es de más de 25 millones, más del doble de la cifra de casi 11 millones que han manejado durante años las autoridades basándose en estudios derivados de datos oficiales.
«Ni siquiera estamos en febrero y el coste de la inmigración ilegal hasta ahora este año es de 18.959.495.168 dólares. El coste el viernes fue de 603.331.392», escribió Trump en su cuenta oficial de Twitter, sin citar la fuente de esas cifras.
«Hay por lo menos 25.772.342 inmigrantes indocumentados, no los 11.000.000 de los que se ha informado durante años, en nuestro país. ¡Ridículo!», añadió el presidente, que cerró su tuit con una referencia al Departamento de Seguridad Nacional, el encargado de manejar la política migratoria.
Trump, que desde antes de llegar al poder ha mostrado su desconfianza por las estadísticas oficiales y ha citado en muchos casos cifras más elevadas de las reconocidas sin aclarar en qué se basaba, tampoco precisó en este caso la fuente del dato de más de 25 millones.
A finales de octubre, Trump ya alegó que hay «25 o 30 millones de personas ilegalmente en el país», y atribuyó esa cifra a la práctica de «catch and release» (atrapar y liberar), por la que los agentes fronterizos pueden liberar a los inmigrantes que detienen en la frontera mientras éstos esperan su juicio para ser deportados.
Aunque el Gobierno federal no proporciona cifras oficiales sobre el número de indocumentados en el país, el reputado centro de estadísticas Pew lo calcula anualmente basándose en datos del Censo de EE.UU. y en otras encuestas mensuales dirigidas por las autoridades estadounidenses.
Según el último informe de Pew, publicado el pasado noviembre y relativo a 2016, ese año había 10,7 millones de indocumentados viviendo en EE.UU., la cifra más baja de la última década.
El número de inmigrantes no autorizados llegó a un tope de 12,2 millones en 2007, lo que representaba alrededor del 4 % de la población de EE.UU., y desde 2009 se ha mantenido estable en torno a los 11 millones, según los datos de Pew.
Trump también volvió hoy a denunciar que «el fraude electoral es rampante» en EE.UU., «especialmente» en el estado demócrata de California, después de que la cadena Fox News afirmara que las autoridades de Texas creen que 58.000 personas que no son ciudadanos estadounidenses han votado en ese estado.
No obstante, los casos documentados de fraude electoral en EE.UU. son tan pocos que es «más probable que a una persona le parta un rayo que que se haga pasar por otro votante en las urnas», según indicó en 2017 el independiente Centro Brennan para la Justicia de la Universidad de Nueva York.