Ciudad del Vaticano– El papa Francisco presidirá la Semana Santa vaticana y celebrará la misa «In Coena Domini» de Jueves Santo en la cárcel de menores de Casa del Marmo en Roma, tras salir hoy del hospital en el que ha estado ingresado por una bronquitis.
El portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó que el papa regresará a este penal de menores al que ya acudió en 2013, año de su elección pontificia, para celebrar junto a sus presos esta misa en la que se conmemora la Última Cena de Cristo y sus apóstoles.
Bergoglio normalmente ha celebrado esta eucaristía en prisiones de Roma y aprovecha la ocasión para hablar de los presos y, antes de sus problemas de rodilla, arrodillarse ante ellos y lavar sus pies como Jesús con sus discípulos.
Este año, según el portavoz, la misa será celebrada de «forma privada» a una hora aún por aclarar.
Francisco, de 86 años, fue dado de alta este sábado del hospital Gemelli de Roma en el que permanecía ingresado desde el pasado miércoles a causa de una bronquitis, curada con antibióticos.
El papa ha querido estar presente en los ritos de la Semana Santa y ya mañana presidirá el Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro, aunque la liturgia estará oficiada desde el altar por el cardenal argentino Leonardo Sandri.
Así será durante todas las conmemoraciones: el papa presidirá las ceremonias pero será un cardenal quien las oficie (algo que ya venía ocurriendo porque los problemas de rodilla le impiden estar largo rato de pie y debe usar un bastón o silla de ruedas).
De hecho Bruni dijo que estas disposiciones habían sido ya aplicadas antes de su hospitalización por la bronquitis.
La fórmula también se aplicará el Domingo de Resurrección, aunque se espera que sí imparta la bendición «Urbi et Orbi» desde la logia central de la basílica de San Pedro y lea el mensaje con el que tradicionalmente ha repasado la situación y los problemas del mundo.
Por el momento, se desconoce cómo transcurrirá el Via Crucis de Viernes Santo en el Coliseo Romano, un acto que conmemora el camino de Jesús a la Cruz y al que Francisco siempre asistió en orando en silencio frente al famoso anfiteatro, terminando con una oración o un mensaje ante miles de fieles. EFE